domingo, 18 de marzo de 2012

Acerca de La Poesia- Carmen Perilli

Ese asombroso bosque
Por Carmen Perilli
Para LA GACETA - TUCUMÁN
Cuando Joan Manuel Serrat entonó los versos de Antonio Machado sentí la mágica supervivencia de la poesía, uno de los géneros literarios más antiguos. Cuando me puse a escribir sobre el estado actual de la poesía vinieron a mi mente los constantes Festivales Internacionales donde poetas y público conjugan antiguos rituales: Nicaragua, Medellín (que ha recibido el Premio Nobel Alternativo), Rosario, La Habana, entre tantos otros. También en las numerosas revistas dedicadas exclusivamente a la poesía, en especial en la red.

La poesía se escucha en las esquinas de un Carnaval Poético o en las salas de teatro o en los recitales donde Miguel Hernández y Juan Gelman cobran nueva vida, o en películas como La construcción de la orilla, que ponen imágenes a los versos de Juan L. Ortiz. Antologías escritas, visuales y orales donde la voz puede ser bronca y desafiante o dulce y meditativa. Una moneda que no se gasta y que circula de modo no convencional. Las nuevas tecnologías son sus aliadas y los poetas no pierden oportunidad para usar todo tipo de soportes.

Los libros de poesía no se venden. Pero ¿vende la literatura? Mucho menos que los textos de autoayuda. No se vende pero se lee y se escribe; se escucha y se ve. Y se estudia. Los poetas no ocupan el lugar de prestigio desde Víctor Hugo ya desde el siglo XIX, han perdido su aura en el asfalto como lo metaforiza Baudelaire.

Pero la visibilidad no es certificado de existencia. Muchos grandes autores escribieron en el aislamiento, no todos tuvieron vidas estelares como Neruda y Huidobro. César Vallejo murió de hambre.

Me interesa diferenciar la necesidad de reconocimiento que asola los parnasos contemporáneos, la voraz demanda de aplausos de la apuesta a la tarea sólida del tiempo. Lucila Lema, una poeta quechua, dice: Ocurres invisible, y en el aire queda / La energía, el color sagrado del lenguaje sembrado por los dioses. Derek Walcott nos invita a ser lectores en un mundo en el que cuesta aceptar el silencio: ¡Cuán común es el relámpago, qué perdidos están los leviatanes / que ya ni siquiera buscamos! El poeta español Javier Egea dice: Y me mantengo firme gracias a ti, poesía / pequeño pueblo en armas contra la soledad.

Es cierto que a la crítica le cuesta trabajar con la poesía por su densidad y cierto halo de impenetrable, pero es innegable la existencia de un grupo creciente de estudios. La desatención del mercado no significa la mengua de lectores que saben internarse en sus senderos. Escucho la voz sueca de Thomas Trastromer: Heredé un bosque sombrío donde rara vez voy. Mas llegará un día en que los muertos y los vivos cambien de lugar. Entonces, el bosque se pondrá en movimiento. No estamos sin esperanzas.
© LA GACETA

Carmen Perilli - Profesora de Literatura Hispanoamericana de la UNT.

DESTINO DE UN INSECTO
Por Ernesto Cardenal
Para LA GACETA - SAN CARLOS (Nicaragua)
Estaba yo en mi hamaca
mirando la pared blanca
pensando quién sabe en qué
y de pronto un punto negro en la pared
y rápido una salamandra rutilante
salida quién sabe de dónde
corrió hacia él
andando en la pared vertical como en suelo plano
y ya no hubo más punto negro
y se fue.
Eso a mí me gustó.
Se lo comió como yo como
como todos comemos, y como
Cristo comió en banquetes alegres con pecadores
y él mismo se dio como comida.
Me gustó.
Todo es comida en el cosmos.
Y sólo quedó la pared blanca otra vez.


Ernesto Cardenal - Poeta y sacerdote nicaragüense. Fue postulado al Premio Nobel de Literatura por la Sociedad General de Autores y Editores de España.
http://beta.lagaceta.com.ar/nota/481574/LA-GACETA-Literaria/Esta-muriendo-poesia-.html

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