domingo, 25 de julio de 2010

La Carretera


Ayer fui a ver la película "La carretera" de John Hillcoat sobre la novela de Corman McCarthy. La fotografía espectacular no oculta cierta lentitud un tanto exasperante. No he leido la novela pero la violencia implícita, la desolación que encierran esas figuras de padre e hijo vagando por un mundo sin futuro, acechados por el canibalismo son excesivas. El sombrío panorama no evita una suerte de "final feliz"
Me quedé atrapada en la silla aunque, por momentos , quería salir corriendo. Nada que ver con el género catástrofe y en ese sentido un avance. Pero el pesimismo azota al espectador que recibe pocas claves. La mayor perplejidad ese mundo en marrones y grises donde el único color es el de la sangre del canibalismo. Después de verla hay que sumergirse en las películas de Chaplin.
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AULLIDOS.COM
Por Carlos Marín
El apocalipsis va a llegar, que diría aquel sabio en televisión. Puede que estemos o no preparados, pero el cine, como arte industrial que es, nos entretiene al mismo tiempo que nos prepara para esa futura e hipotética situación. Desde profecías Mayas, pasando por desiertos cyberpunks hasta mundos desolados hiper-realistas, donde la miseria del ser humano pisa cualquier esperanza venidera. Es precisamente de este último grupo al que pertenece The Road, donde el (prácticamente) desconocido director John Hillcoat nos invita a mirar, atónitos y desconsolados, la desolación más absoluta. En casi todos los sentidos, The Road podría describirse como una película enfermiza. Pero que no se malinterpreten estas palabras, ni es asquerosa, ni tampoco es explícitamente violenta. Es un film sobre un mundo enfermo, cancerígeno, que va muriendo poco a poco delante de nuestros ojos. El hachazo a la felicidad, la visita de un doctor con malas noticias, el inevitable fin de los días. Y en la diana, en el punto de mira de la cámara, se encuentran los dos personajes principales, padre e hijo que luchan por atravesar el largo camino hacia el sur con la esperanza de encontrar algo más que la nada. Los dos personajes principales (se podría decir que hasta tres si hacemos la vista gorda) están genialmente dibujados. Por desconocimiento hacia la novela original se podría decir que vienen así de serie, pero uno no puede evitar admirar la dedicación de Viggo Mortensen por entrar de lleno en el papel del padre superviviente, donde los juegos de miradas con su hijo proporcionan conversaciones sin palabras. El amor y el odio pasan por su relación, incluso un leve momento de felicidad, y con un film tan concreto narrativamente es esencial una buena dirección de actores, pues es su peso el que lleva toda la carga emocional. ¿Se consigue? Por supuesto que sí. Otra cosa es que lo que se quiere transmitir sea agradable hacia la audiencia. Que nadie espere grandes dosis de terror. O incluso acción, como se puede intuir en diversos avances. The Road es un film estrictamente intimista, con diversos pasajes por los que los personajes van atravesando, capítulos con un inicio, desarrollo y fin que ayudan al espectador a comprender los horrores de un mundo que se ha ido al traste. Es una estructura algo difícil de digerir, muy cercana al tono de una novela (podría ser obvio, pero no lo es), con elementos trágicos y en ningún momento épicos. En un mundo enfermo, la muerte es algo cruel y sucio, no sirve para recrearse en ella ni para intentar ser estéticamente artístico con ella. La muerte es el fin, rodada en bosques cuyos árboles caen solos por su propio peso. No hay poesía, solo pura narrativa estática. Algunos dirán que es una maravilla, otros dirán que es una decepción y unos últimos opinarán que es una película lenta y sin alma. Quizás, la sensación más objetiva que uno pueda dar de The Road es que es todo lo dicho anteriormente a la vez. Te machacarán cual insecto anímicamente, te sorprenderás por su calmado desarrollo sin (aparentes) giros de guión y te levantarás cual muerto viviente de la butaca al encontrarte cara a cara con la más realista y cruel miseria humana. Luego, en casa, las noticias de terremotos en lugares lejanos sonarán a todas horas, y puede que pienses que sigue siendo algo ajeno a ti. O puede que recuerdes a ese padre y a ese hijo arrastrando un carrito por una carretera llena de escombros, visitando las ruinas de su propio mundo. El hombre, como apuntaba Haneke en la que podría ser una precuela de esta The Road (la extraña El tiempo del lobo), es un lobo para el hombre, hasta el fin de sus días. Lo mejor: Su sobriedad argumental y su estricta dirección: la desolación hecha imágen. Lo peor: Puede crear un ambiente tan deprimente que afecta a la conexión directa con los personajes.

martes, 20 de julio de 2010

Homenaje a Marcelo Quiroga Santa Cruz


Al cumplirse 30 años de su asesinato y desaparición María José Daona me hace llegar un homenaje al escritor e intelectual boliviano Marcelo Quiroga Santa Cruz.
María José escribió

Marcelo Quiroga Santa Cruz es una figura importante del siglo XX boliviano por dos motivos fundamentales: en el marco político, se destacó su lucha por la nacionalización de los hidrocarburos, la defensa de la justicia social y el enjuiciamiento a las dictaduras. En el marco literario es un escritor destacado debido a que su novela Los deshabitados ha sido considerada como la renovación de las letras bolivianas. Por cumplirse 30 años de su asesinato y desaparición, creo importante hacer un recorrido por la obra del intelectual como forma de recordar su vida y su muerte.

Nació en Cochabamba en 1931. Estudió Derecho y Filosofía y Letras en Chile y en la ciudad de La Paz. En 1952 su familia se exilia en Chile tras el triunfo de la Revolución liderada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario. En Chile escribe su libro de poemas inédito Un arlequín está muriendo (1954) bajo el seudónimo Marcel Adán. Luego escribirá dos novelas Los deshabitados y Otra vez marzo-
El 17 de julio de 1980, el mismo día del golpe de Estado liderado por Luis García Meza Tejada, la Central Obrera Boliviana (COB), es asaltada por un grupo paramilitar bajo el mando de García Meza y Arce Gómez durante una reunión del Consejo Nacional de Defensa de la Democracia. Quiroga Santa Cruz es torturado y asesinado. Su cuerpo se encuentra desaparecido.

lunes, 19 de julio de 2010

La ciudad de las columnas


LA CIUDAD DE LAS COLUMNAS
Un documental de Luis García Verdú sobre la Habana, corazón de Cuba


http://www.temakel.com/cinedccolumnas.htm

LA CIUDAD DE LAS COLUMNAS


ALEJO CARPENTIER, GUERRERO DE LA LITERATURA LATINOAMERICANA
Carmen Perilli
La obra de Alejo Carpentier se asemeja a una catedral medieval de exquisita y elaborada factura. Se erige deslumbrante en medio de un sistema literario de dramática historia, riqueza de la pobreza de un continente que se desangra de lectores. Sus cartografías abarcan islas y mares, selvas y sabanas. La mirada del cubano, como la de su último y más entrañable personaje, el picaresco Cristóbal Colón, está marcada por el deslumbramiento de un sujeto entre mundos. La obsesión es cómo hacer novela en América Latina. La respuesta la encuentra en la historia y el mito..
Sus relatos mezclan, triturando, todo tipo de materiales; están llenos de sonidos: tambores y sinfonías, canciones y óperas. No sólo se trata de nombrar y apropiarse de la realidad sino de sacarle sonidos, colores, texturas y líneas al lenguaje. La literatura se yergue con orgullo de artificio. El Camino de Palabras entre Europa y América, el tránsito entre Allá y Acá resulta más confiable si se tiende, de modo paralelo, a la travesía de algún prestigioso explorador- un cronista del siglo XVI, un viajero del siglo XIX, etc. Las travesías construyen puentes inverosímiles, encuentran armonías caprichosas en el mestizaje cultural.
En Los Pasos Perdidos, el encuentro con el pasado implica el reconocimiento de la pertenencia al presente. El trayecto que lleva de la Ciudad del Gusano al Neolítico termina en el siglo XVI, en el claro de Santa Mónica de los Venados, la primera aldea. Las metáforas centrales están referidas a la relación entre escritura y conciencia americana
Los linajes de la cultura americana, se remontan a los discursos de los cronistas y viajeros, “ojos imperiales” que inventarían un continente. Puede decirse que Carpentier como Colón en El arpa y la sombra persigue “... un país nunca hallado que se te esfumaba como castillo de encantamientos cada vez que cantaste victoria, fuiste transeúnte de nebulosas, viendo cosas que no acababan de hacerse inteligibles, comparables, explicables, en lenguaje de Odisea o en lenguaje de Génesis.
Su escritura está llena de museos, archivos, colecciones, escenarios con los que rescata y ordena, otorgando nuevos sentidos. La semilla del arte está en la infancia del hombre y el mundo, pero su realización plena depende del retorno al presente, de la aceptación del mundo de la razón con la asunción de “la guerra del tiempo”. El narrador debe abandonar el paraíso, un decepcionante anacronismo, donde el arte no es tarea. “El pasado no es imaginable para quien ignore el ropero, decorado y utilería de la historia”nos dice uno de sus personajes. .. La escritura recupera esos paraísos infantiles, para encerrarlos en el papel y proyectarse hacia el futuro. La entrada a las "mansiones umbrosas" del Romanticismo es clausurada. Alonso Quijano recobra la lucidez, tomando distancia del mito. El deseo de identidad del escritor oscilará siempre entre Juan el Romero y Juan el Indiano, entre el Arpa y la Sombra en un Retablo de Maravillas cuyo resplandor está en las fulguraciones de la palabra.
Academias y congresos pregonan la defensa de la lengua, el mercado gobierna, en forma despótica, los destinos de la literatura mientras nuestros estados nacionales desertan en cultura y educación y gran parte de nuestros escritores reniegan del legado de Martí. La riqueza engañosa de las imágenes masivas acompaña la transformación de los libros en mercancías. Los lectores de este segundo milenio son sujetos dispersos, sacados de lugar, inmersos en el ruido y la prisa, cuando no en la miseria y el analfabetismo. Necesitamos desesperadamente volver sobre nuestros pasos, reconstruir ese claro del bosque, lugar de “silencio, espeso de tantos silencios donde la palabra recobre “ un fragor de creación”. Sólo así podremos lograr el estado de espíritu necesario para acceder a ese almácigo de posibilidades que ofrece la literatura latinoamericana. Si esto no sucede los estantes de esa biblioteca que tanto trabaja y amara Carpentier se tornarán cada vez más borrosos e inaccesibles. Y nuestra memoria literaria será derrotada por el olvido fatal.

La Gaceta Literaria
Carmen Perilli


Bibliografía
Carpentier, Alejo, Los pasos perdidos, Bs.As. : Andina, 1969.
Guerra del tiempo, Barcelona: Barral, 1970.
El arpa y la sombra, México: Siglo XXI, 1979
González Echeverría, Roberto, Mito y Archivo.Una teoría de la narrativa latinoamericana.
México: FCE, 2000

sábado, 17 de julio de 2010

Cuando llorar es un placer






Cuando llorar es placer
Telenovelas eran las de antes

Carmen Perilli


En las primeras décadas del siglo XX cuando vanguardistas como Borges daban sus primeros pasos, hombres y mujeres comunes, recién alfabetizados, consumían folletines como La novela semanal o La Novela del Día, Allí encontraban un mundo previsible, sin conflictos cotidianos centrados en los sentimientos. Herederos del mundo romántico, los folletines recogen forman una sensibilidad. Las radionovelas fueron sus sucesores, la siesta latinoamericana se pobló con las voces de “El derecho de nacer” y Simplemente María.. La televisión agregó el ingrediente de la imagen- disociada en las fotonovelas, clandestinas contribuyentes a la educación sentimental. La telenovela latinoomericana es hija del folletín, se mueve en “el imperio de los sentimientos” y propone rápidas identificaciones a los espectadores. En Argentina, el género tiene tonos melancólicos, inclusive mórbidos. “Muñeca Brava” repite la historia de la muchacha, aparentemente sin padre, que acaba siendo la heredera de la familia donde entra como sirvienta y, después de bordear el incesto con su supuesto hermano, se casa. Para darle una genealogía recordemos modelos como María de Nadie de Grecia Colmenares o las series de Andrea del Boca. De rubia a pelirroja el modelo de mujer es el mismo: pureza, ingenuidad, belleza, humildad, desventuras de amor que se ven compensadas con el reconocimiento de identidades ocultas. "Rosa de Lejos" no respetó las reglas, escandalizando, pero no por mucho tiempo. Hasta la prostituta ,encarnada por Susu Pecoraro en Apasionada, encuentra un origen digno, después de redimirse en la maternidad. Obras como "Cosecharás tu siembra" donde historia y ficción urdían un camino diferente no tuvieron buena acogida. Las novelas mexicanas, venezolanas, chilenas y colombianas conn figuras masculinas fuertes se basan en las intrigas femeninan. Madres o hermanas, abuelas o tías cuya voluntad férrea se enfrenta a los amantes. Las novelas brasileñas son las más innovadoras, usando la literatura. "La sucesora," "Niña moza", "Nido de serpientes" y "Roque Santeiro". Esta última introduce la ambigüedad, los personajes no eran buenos ni malos-hasta el señorito Malta tiene un toque de ternura, y nos hace reir al son de su cadena, lo mismo que la viuda Porcina que da por tierra con el arquetipo femenino. Ni el santo era santo, ni la novia virgen era bondadosa. Los brasileños se dan el gusto de parodiar al género.Sin embargo, y eso es innegable, muchos seguidores quedaron desilusionados con un final abierto e imprevisible .Será por eso que las nuevas novelas vuelven a los viejos caminos. No convencen del todo. Es el caso de "El Clon" o "Pasión India" donde el orientalismo es evidente así como el carácter esquemático. Para no hablar de las argentinas donde quedamos perdidos en enredos e intercambios de parejas. No se puede desconocer que, poco a poco, las telenovelas evolucionan y tienden a convertirse en formas artísticas autónomas. Por ahora son textos de la felicidad, aunque narren la desdicha, que no suponen grandes cuestionamientos. Las mujeres, reinas o esclavas, están siempre en el centro de ese mundo. Día a día consumimos ese arte feliz, como le llama Beatriz Sarlo en el que llorar es un un placer

Nieve en nuestra casa de El Paraíso


Un espectáculo único, por primera vez en el siglo nieve en Tucumán. Nos levantamos con los copos cayendo encima de las palmeras y las santa ritas. Espero que no se quemen pero es extrañísimo. Mi casa al fondo fue un lugar de peregrinaje . El cerro está bellísimo y sólo hace unos días hacía calo.

ya hacer 4 años de ´bogotá



bogotá jalla

domingo, 11 de julio de 2010

ENTREVISTA A DANIEL LINK


LA GACETA Literaria
"La literatura no puede pensarse separadamente de las tensiones de su tiempo"

(Foto de Sebastián Freire)


Domingo 11 de Julio de 2010 El destacado crítico literario estuvo recientemente en Tucumán, a raíz de una invitación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, disertando sobre las tendencias y la dinámica de la literatura latinoamericana. Aquí habla de ello, de la relación de la literatura con la tecnología y de las perspectivas del arte en el siglo XXI.
Por Carmen PerilliPara LA GACETA - Tucumán-

En una entrevista señalás que se pueden reconocer dos tendencias dentro de la literatura argentina. Una literatura de mercado, que se piensa autónoma, y un conjunto de escrituras experimentales, "postautónomas" (como las llama Josefina Ludmer), que formulan preguntas radicales al presente, a la relación de uno mismo (del sí mismo) con el presente (o con la muerte, o con el cuerpo, en fin: esas grandes obsesiones de todos los tiempos). ¿Podés explicar esta división?

- En el sistema de la literatura actual existen estas dos grandes líneas. Coincido con Ludmer en que la crisis y reformulación de lo político afecta las relaciones con la literatura. En ese sentido, el concepto de post-autonomía remite al arte como experiencia, en oposición al arte como mercancía. De un modo o de otro, la literatura no puede pensarse separadamente de las grandes tensiones de su tiempo, ya porque subordine su lógica a la lógica del mercado (el sistema de grandes premios, el bestsellerismo, etc), ya porque se proponga como una ética completa (una transformación radical de sí).

- ¿Es posible hablar de literatura nacional y establecer un canon literario argentino?

En esta etapa de mundialización ya no tiene sentido el concepto "literatura nacional", ya que no hay más afuera ni adentro. En cuanto al canon, es histórico. Si me preguntás qué debiera leerse en las escuelas diría nombres como Aira, Fogwill, Carrera, Gelman, Molloy, Cozarinsky, Piglia, María Moreno, Luis Gusmán. No puedo dejar de incluir en esta lista caprichosa (e infinita) a Saer, Puig, Walsh, Pizarnik y, sobre todo, a Copi. Los cánones nacionales son, precisamente, esos dispositivos que se utilizan para "reconstruir el pasado" de acuerdo con la idea de representatividad (y no de gusto, o de "calidad", nociones completamente de época). Es por eso que son objetos de debate ideológico. En el presente la formulación se complica. No podría faltar el Nunca Más o El desierto y su semilla de Barón Biza. Mucho más interesante que definir el canon es definirse una tradición en la que los nombres propios interesan por el sistema que forman entre sí.

- ¿Se puede hablar de crisis de la literatura? ¿Cómo ves la relación de la literatura con las nuevas tecnologías?

- No creo que exista una crisis de la literatura. El arte siempre se movió con felicidad alrededor de las ideas más apocalípticas de la imaginación de la crisis. Internet equivale a la escritura (y por lo tanto a la cultura letrada). Supone el mismo salto cualitativo. No quiero decir, sin embargo, que se trate de "más de lo mismo", sino que las ciberculturas tienen una relación mucho más armónica con la cultura letrada que con la cultura industrial.

- Te definís como docente y en tus ensayos Clases, literatura y disidencia y Cómo se lee, planteas la cuestión de la enseñanza de la literatura. Has estado en Tucumán participando en un encuentro de estudiantes de literatura latinoamericana en la Universidad Nacional de Tucumán, ¿Qué es enseñar para vos?

- La docencia es una intervención. Enseñar la literatura, en cualquier curso, supone un debate sobre el sentido. En relación con eso debo ser consciente de que (más allá de los protocolos pedagógicos) intervengo en una batalla sobre significaciones. Y, naturalmente, sería ilusorio, en este punto de desarrollo de los estudios culturales y de la pedagogía, presuponer que esa intervención sólo afecta a la literatura. Propongo afirmaciones, discuto premisas: siempre se trata de sostener un discurso sobre la vida y sobre las cosas de este mundo.

- ¿Cuál es el camino del arte en la era de la mundialización?- El arte debe ser profundamente político. Un ejemplo es Dominó Caníbal, la muestra organizada en Murcia por el curador mexicano Cuahutémoc Medina. Medina se plantea que viviendo en una guerra civil, esa lógica debe articular las obras. Pone el arte bajo las metáforas de la antropofagia y el dominó. Nunca nadie podrá ver a los siete expositores ya que la sucesión supone la desaparición de la obra previa. Ya no se reivindica la autonomía sino la heteronomía del arte.-

¿Y en el caso de la literatura?- Un ejemplo provocativo es congreso de literatura mexicana organizado por Mario Bellatin en París, donde, en lugar de los escritores, participaron sus dobles. El doble aparece como una máscara mortuoria del escritor denunciando la artificiosidad y la crisis de representación. Un modo de contestar a la famosa pregunta "qué es un autor".

- ¿Qué significa el arte en estos comienzos de milenio?- El arte es una necesidad que tiene que ver con la experiencia, con el riesgo. Es cosa del pueblo, entendido más como voz que como público. Me parece que el arte propone experiencias radicales que deben entenderse como propuestas de formas de vida en un contexto de mundialización de la cultura.-

En tu último libro, Fantasmas. Imaginación y sociedad, reivindicás el papel de la imaginación. ¿Por qué?-

Porque las imágenes nos salvan de la angustia y la desesperanza, de la pura lógica del cálculo mercantil. Y eso por su misma especificidad, su carácter delirante. Las imágenes llaman a la profanación (en el sentido propuesto por Giorgio Agamben). Cuando hablamos de imaginación no nos estamos refiriendo sólo a cuestiones estéticas sino éticas y cognitivas.© LA GACETA

Nota I Juan Gelman


Nota I
Te nombraré veces y veces.
me acostaré con vos noche y día.
noches y días con vos.
me ensuciaré cogiendo con tu sombra.
te mostraré mi rabioso corazón.
te pisaré loco de furia.
te mataré los pedacitos.
te mataré una con paco.
otro lo mato con rodolfo.
con haroldo te mato un pedacito más.
te mataré con mi hijo en la mano.y
con el hijo de mi hijo / muertito.
voy a venir con diana y te mataré.
voy a venir con jote y te mataré.te voy a matar /derrota.
nunca me faltará un rostro amado para matarte otra vez.
vivo o muerto / un rostro amado.
hasta que mueras /dolida como estás / ya lo sé.
te voy a matar / yo te voy a matar.

Los territorios de Herta Muller

Herta Müller, En tierras bajas, Buenos Aires: Punto de Lectura, 2010

Carmen Perilli

La colección de relatos de la rumana Herta Müller arma un mundo insospechado, atrapado entre los ritmos naturales y la violencia ancestral. La voz infantil de niña asume un carácter autobiográfico. Devana historias familiares entre el horror y la inocencia. El discurso letánico está a medio camino entre el cuento infantil y la narración fantástica: Los enunciados tienen ritmo y musicalidad. El impacto de la fábula reside, en gran medida, en el distanciamiento que establece la narradora con respecto a los personajes y hechos, aún los más duros. “La oración fúnebre “ es un cuento centrado en el padre muerto. Desde la primera página la guerra ocupa el paisaje. Lo no dicho se desliza de manera subrepticia:”En todas las fotos parecía no saber nada más. Pero papá siempre sabía más”; “Tu padre tiene muchos muertos en la conciencia”.

Herta Müller nos mantiene en ese umbral inquietante entre la pesadilla y la historia. Las familias de la narradora- abuelas, abuelos, madres, padres- están vinculadas a la tierra. Un mundo campesino y cruel donde los seres humanos obran con la ceguera de la naturaleza. En “Mi familia” cada uno de los miembros tiene una marca que los degrada. Los lazos son inciertos y lo familiar encubre lo siniestro. El relato troncal- “En tierras bajas” - tiene el tiempo de una novela. Una ficción de aprendizaje armado desde una mirada despiadada y fatal. La muerte y la violencia acechan en todos los rincones de la casa y del campo, se ciernen sobre todas las criaturas. En ese mundo las mujeres con sus rosarios y los hombres brutales están atados al trabajo de la supervivencia. El abuelo con su martillo y el padre con su cuchillo son amenazantes. Aunque no carecen de amor algunas escenas: la niña peinando el pelo del padre o escuchando los consejos- La abuela es la narradora, la dueña de los cuentos aunque está sumergida en ese mundo de durezas donde “Las mujeres hablaban susurrando al encontrarse en la calle, y hundían aún más la cara en sus pañuelos huesudos y empezaban a parecerse entre sí”. El ruido metálico de los rosarios marca los tiempos de todos. El pueblo es una “isla negra” donde crece el hambre y la desesperanza. Y “Los niños tienen miedo de sus nueces y sus naranjas” mientras ven llegar la muerte de los que les rodean. . Los textos como “Los barrenderos “o “El parque negro” adquieren las formas de prosas poemáticas y recrean esos climas rurales. Este libro nos enfrenta a esos raros casos en los que la literatura pone belleza en la aridez de un universo arrasado.

jueves, 8 de julio de 2010

PRISIÓN PERPETUA

Jueves 8 de Julio de 2010 14:10 Ordenaron el traslado a Villa Urquiza del "Tuerto" Albornoz y de uno de los hermanos De Cándido; ambos con la pena máxima. A todos se les imputaron violaciones a los derechos humanos cometidas en la ex Jefatura. ...
El represor Luciano Benjamín Menéndez fue condenado hoy por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal a prisión perpetua por violaciones a los derechos humanos cometidas en la ex Jefatura de Policía de Tucumán, donde funcionó un centro clandestino de detención.El tribunal -integrado por Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas y Josefina Curi- también impuso la pena máxima al ex jefe policial Roberto "El Tuerto" Albornoz. En su caso, se revocó la prisión domiciliaria de la que gozaba por su edad y se dispuso que sea trasladado a Villa Urquiza.Además, los jueces condenaron a 18 años de cárcel al ex policía Luis De Cándido. Su hermano Carlos fue sentenciado a tres años de encierro. Menéndez será llevado nuevamente a Córdoba, donde enfrenta otro juicio por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar.La sentencia determinó la responsabilidad de los cuatro imputados por la desaparición de 22 personas. El militar (r) Antonio Domingo Bussi había sido separado del proceso en marzo pasado, debido a problemas de salud.En agosto de 2008, durante el primer juicio oral, concretado por la desaparición del ex senador justicialista Guillermo Vargas Aignasse, Bussi y Menéndez ya habían sido sentenciados a prisión perpetua. LA GACETA ©

VER LOS VIDEOS EN YOUTUBEhttp://www.youtube.com/watch?v=Pt5x8t5cIx8&feature=player_embedded
Es muy difícil describir el día de hoy, la sala colmada de dolor y de necesidad de justicia. Los rostros envejecidos de los que fuimos y los rostros nuevos de los que nacieron de nosotros. Los nombres y los rostros malditos sentados a un costado, casi invisibles. La cara de mis hijos al lado mío. De golpe volvían a tener 3 años y 9 meses. La lectura de la sentencia y el nombre mal pronunciado una y otra vez. La desesperación porque le quiten hasta el nombre. De golpe Mariano que grita: SE LLAMABA ÁNGEL MARIO GARMENDIA. Un silencio, lo abrazamos. Pero no hay miedo. La lectura sigue pero corrigen el nombre. La sentencia final, la cárcel perpetua. Tantos rostros en los rostros de los jóvenes. Tantos nombres que se reponen en la historia. Salimos cambiados pero la realidad sigue su curso. Afuera muchos quieren ignorar el genocidio. Pero ya no pueden ni meten miedo.

miércoles, 7 de julio de 2010

Cuentos de viejas por Carmen Perilli




Que llueva Que llueva la vieja
está en la cueva los pajaritos cantan
la vieja se levanta
que sí que no que se le moje hasta el colchón.
Ronda Infantil.


El Diccionario de la Real Academia Española otorga a vieja distintas acepciones. Se dice de la persona Deslucido, estropeado por el uso. de edad. /Antiguo o del tiempo pasado/ Que no es reciente ni nuevo/. En México coloq. Méx. Mujer en general, incluso joven. La vejez es el castigo que recibe el humano
En Suecia hay una calle llamada “ calle de las viejas”. El vocablo sueco käring significa vieja, se usa en el sentido despectivo de bruja, de arpía.Karinggatan, es la calle de las viejas en Ystad. Casi Todos los personajes de Heming Mankell que tienen ver con asesinatos son viejos. Bajo inofensivas superficies se esconden aguas tormentosas y los peores criminales.
En esas siestas tormentosas de verano cuando chicos, cantábamos “Que llueva que llueva la vieja está en la cueva”. Pero en el pueblo también teníamos nuestra propia vieja, nunca adivinaré por qué este personaje estigmatizado corría a los chicos que se burlaban de ella al mismo tiempo que le tenían miedo, la vieja Concha. Una y otra vez en el imaginario social la vejez es asociada a la maldad y la fealdad con más frecuencia que a la sabiduría y a la bondad. Tanto la cultura de masas como la cultura popular nos entrega imágenes de ancianas temibles o ridículas. No hay demasiadas hadas ancianas, salvo una que otra en los tiempos políticamente correctos de las películas de Hollywood. Pero el cine nos ha entregado imágenes horrorosas de la vejez femenina, por ejemplo ¿Qué le pasa a Baby Jane? Con esas dos maravillosas locas- Bette Davis y Joan Crawford, disputando la escena. Mamá cumple cien años de Carlos Saura. O más recientemente las viejas que protagoniza China Zorrilla en obras como Elsa y Fred.
De más está decir que en las mitologías las Parcas o las Gurnas tejen, inexorables, el destino de los hombres. En la literatura española la Celestina merece todos los escarnios. La abuelita de los cuentos, tiene siempre un lugar secundario, casi de adorno. Dentro de la literatura podemos encontrar ancianas sabias y fascinantes como la intrigante Miss Marple de la inglesa Ágata Christie, la viuda del último coronel de la Confederación que lo contó todo, fascinante figura de Virgil Gorgiu o las mitológicas matronas negras en el universo faulkneriano.
Los escritores latinoamericanos insisten toda una mitología de la vejez femenina. En Gabriel García Márquez hay una profusa galería de viejas invencibles: desde la mama grande que dominó con puño de hierro desde tiempos inmemoriales, la estólida mujer del coronel, la legendaria Úrsula que, después de sostener la estirpe acaba como muñeca de sus tataranietos hasta la Pilar Ternera, la enorme meretriz sentada en su hamaca, consciente de que el mundo daba vueltas sobre su eje hasta desgastarse. Fermina Daza después de años de matrimonio, encuentra los rescoldos de otro amor
No hay relato que ponga en escena mejor el juego entre erotismo y edad que Aura de Carlos Fuentes donde una anciana hechicera, desde su lecho de enferma, crea una doble bella y adolescente para apoderarse del apuesto historiador. José Donoso ha creado abuelas terribles en Este domingo y en Coronación. Pero nada semejante a la ronda shakesperiana de viejas sirvientas, que, en el asilo del centro de Santiago de Chile en el que han sido confinadas por las poderosas familias, danzan, como las brujas de MacBeth recitando los oscuros secretos de sus antiguos patrones, de modo esperpéntico. Como si fueran las encargadas de tapar el deterioro. Algunas de las mujeres de Mario Vargas Llosa como la señorita de Tacna permanecen jóvenes para siempre, otras como La Chunga, impertérrita continúan vendiendo a otras mujeres en la eternidad. En Argentina creo que es inolvidable la Nona de Roberto Cossa.
En La pesquisa, Juan José Saer afirma“ se vive mucho más tiempo si es parisino que si se es de cualquier otra ciudad y, si se es parisino, se vive mucho más tiempo si se es mujer que si se es hombre...y algo debe haber de cierto en todo esto, porque en París abundan las viejecitas nobles, burguesas, pequeño burguesas o proletarias, solteronas achicharrada o mujeres libres que envejecieron obstinándose en no perder su independencia orgullosa, viudedad de notarios o de médicos, de comerciantes o de conductores de subterráneos...la luz del día las ve reaparecer cada mañana, emperifolladas o casi en harapos, según su condición…La obstinación por durar, más misteriosa que el concurso de las circunstancia que puso al mundo en funcionamiento y mas tarde a ellas. Y también a nosotros- en el mundo, las va depositando en sus departamentos exigua... Y , sin embargo, si las noche las traga, con el día, como decía, reaparecen...vueltas ya casi, de materia que eran, símbolo, idea , metáfora o principio (12). Federico Jeanmarie crea una viejecita siniestra que encierra en una trampa a su asaltante en Más Liviano que el aire.
Pocos, como el poeta mexicano Jaime Sabines han sabido cantarle a estas viejas Frente a la grandilocuencia épica de los cantos a la muerte, el género elegíaco se dirige a una vida insignificante, desposeída de todo, la de la vieja tía Chofi Yo no sabía que a cien leguas de aquí estabas muerta /con tus setenta años de virgen definitiva,/tendida sobre tu catre, estúpidamente muerta./Hiciste bien en morirte, tía Chofi,/porque no hacías nada, porque nadie te hacía caso,/porque desde que murió abuelita, a quien te consagraste,/ya no tenías nada qué hacer y a leguas se miraba/ que querías morirte y te aguantabas....Vas a ser olvidada de todoscomo los lirios del campo,/ como las estrellas solitarias” De golpe la figura de la tía Chofi adquiere la grandeza ante la muerte que revaloriza su vida.
La serie puede continuar pero estaría incompleta si no mencionara dos viejas que me impactaron. No pertenecen a la literatura latinoamericana pero tienen la sabiduría de la libertad. Una es Helen Niemand la indómitas protagonista de Camino a la Meca del escritor sudafricano Athol Fugard. La historia real de en la que se inspira es apasionante. Esa mujer nacida y criada en una pequeña comunidad blanca de Sudáfrica, en medio de un desierto, descubre que nunca ha amado al buen hombre con el que está casada, que abandona la iglesia protestante y pierde la fe. Con la viudez encuentra en la escultura su propia Meca. .La otra mucho más dura y al mismo tiempo más tierna es la escritora Elizabeth Costello, la rebelde vieja escritora de Coetzee de una lucidez tremenda dispuesta a esperar a las puertas de la muerte el destino que se le asigne.

Memorias de otro Mundial, el del 78


Yo estaba afuera. Yo vivía en una pequeña cápsula de cultura, reivindicaciones y una causa. No podía sumarme a esa marea de risas, de euforia de la que todos participaban. Esa bandera, esa bandera celeste y blanca había dejado de pertenecerme.
En casa no se prendía el televisor porque mi madre me apoyaba y percibió toda mi bronca cuando el primer día me corrí a mi pieza para no romperlo. Mi hermano partía al club mascullando amenazas. Yo me sentaba a leer o a escribir. La máquina era una de mis grandes armas. Escribía cualquier cosa. Sentía la imperiosa necesidad de sustraerme de la realidad que aparentemente era unívoca y me rechazaba.
Hoy era 21 de junio. Había leído las listas de la mañana buscando en vano nombres conocidos. Hoy hacía un año. La gente en sus casas se preparaba para ver un nuevo partido. De todas las puertas salía la música del mundial. Los argentinos se sentían triunfadores. Yo, que siempre había amado este pedazo de tierra me sentía fuera de ella.
Las imágenes se me superponían. Una parte de mí pugnaba por volver un año atrás. Mariano me llamó: mamá mirá las banderitas del mundial por qué no me comprás una, le contesté que después.
Cuando entré a casa Santiago estaba en su cochecito. Lo levanté y lo llevé adentro. Eran las doce de la mañana. Preparé el puré. Entonces estábamos en la confitería con Koky. Ángel pasaba su mano por mi hombro. Preparamos todo para irnos. Estábamos llenos de proyectos. Alberto expresó su esperanza que lo de los chicos era una simple averiguación de antecedentes. Ángel apretó aún más mi brazo. Los dos sentíamos miedo de separarnos. Ana insistió que a la siesta fuéramos a tomar un café. Nosotros comíamos en lo de mi suegra. La casa ya estaba levantada. Los chicos estaban en el pueblo con mi mamá.
Santiago me tira el puré. Se refriega contra mí. Juega con la cuchara. Mariano lo llama al perro y se ponen a luchar en el césped. El ruido de los televisores encendidos me persigue. Ya está anunciada la entrada de los jugadores en la cancha. En este momento millones de argentinos se sentirán haciendo patria, apoyando a un cuadro de fútbol, sin arriesgar más que los gritos.
El auto se detuvo frente a la casa de Doña Lidia. Bajamos. Ángel pasó directamente al escritorio del fondo. Yo me quedé charlando con la Yoly en la cocina. Inmediatamente unos golpes. Pensé en los proveedores. Generalmente se anuncian así en el barrio. La Yoly abre. Cuatro figuras inundan la cocina. Y la certeza de que ya están allí, de que nada ni nadie puede detenerlos. Piden documentos. Preguntan por el dueño del auto, los interpelo…
Mi madre me llama, me muestra la Santa Rita con hormigas. Me cuenta que fue al cementerio y el monumento estaba lleno de humedad. La culpa es de mi tía que no la ayuda con la limpieza. Y siempre fue así, le reprochan que ella tenga título…
Mi marido aparece en el hall. Muestra su carnet de manejo pero, detrás de su aparente tranquilidad leo el terror en sus ojos. Mi desesperación no tiene límites. Hemos caído en la trampa. Ya no podemos escaparnos. Están acá, tal cual lo soñó todas estas noches…
Los pasos de mi hermano se sienten en el garage. Ya llegó del estudio. Pronto comeremos. Mi madre sale a recibirlo. Mariano también. Siempre le trae algo. Es muy bueno con los chicos pero siempre tiene miedo.
Le piden que los acompañe, que el error se rectificará en la Seccional, que se demanda al dueño del auto por haber matado a una persona. Es una mascarada. Todos sabemos que mentimos. Los revólveres abultan en sus sobaqueras. Mi marido se da vuelta y me dice: no te preocupés cielo, ya vuelvo. Yo quiero seguirlo. Uno de los tipos se me acerca: señora con usted no es la cosa quédese en el molde. Pienso en los chicos, en Ángel y en el momento en que lo suben al auto verde sin chapa, lanzo un grito y me siento morir…
Llamaban a la mesa. Me arrastré. Mi hermano está feliz. Argentina ha ganado la semifinal. Hoy 21 de junio es un día glorioso. Yo pienso en Ángel, miro a mis niños y ya no tengo fuerzas para llorar. Simplemente me dejo morir, una de las tantas muertes del día.

El juicio histórico. La jefatura de Policía de Tucumán

Tres décadas y pico hemos demorado en ver llegar la justicia. En realidad no creí vivir para ver juzgados a los genocidas. Aunque todavía falta mucho han sido tres meses en los que ha avanzado, se han encontrado pruebas y se ha vuelto a poner en el mapa histórico nombres desaparecidos como Ángel Mario Garmendia, Ricardo Torres Correa, Adriana Mitrovich, Horacio Frrerira, Graciela Bustamante y tantos otros. Tantas veces intuimos sus siluetas detrás de los muros, sentíamos que nos miraban, fantaseábamos que hablaban con nosotros en esos años en que la muerte bailaba en las calles como si nada.