miércoles, 23 de marzo de 2016

Ningún Lugar Está Aquí O Está Ahí

Oscar Hahn



Ningún lugar está aquí o está ahí
Todo lugar es proyectado desde adentro
Todo lugar es superpuesto en el espacio
Ahora estoy echando un lugar para afuera
estoy tratando de ponerlo encima de ahí
encima del espacio donde no estás
a ver si de tanto hacer fuerza si de tanto hacer fuerza
te apareces ahí sonriente otra vez

Aparécete ahí aparécete sin miedo
y desde afuera avanza hacia aquí
y haz harta fuerza harta fuerza
a ver si yo me aparezco otra vez si aparezco otra vez
si reaparecemos los dos tomados de la mano
en el espacio
donde coinciden
todos nuestros lugares

sábado, 19 de marzo de 2016


Sor Juana y otros monstruos (una ponencia en verso) de Luis Felipe Fabre
Todos los sorjuanistas discrepan en algo. Discrepan
entre ellos. Discrepan
en algo que suele ser casi todo. Por ejemplo:
Las razones de Sor Juana para tomar los hábitos.
Las razones de Sor Juana para escribir la Carta
Atenagórica.
Las razones de Sor Juana para su abjuración final.
O, también, por ejemplo:
El verdadero apellido de Sor Juana.
El verdadero significado del “Primero sueño”.
La verdadera naturaleza de su relación con la Marquesa de Paredes alias Lysi.
Principalmente eso:
todos los sorjuanistas suelen discrepar en torno a la
naturaleza de la relación
de Sor Juana con la Marquesa de Paredes
alias Lysi.
Y también en casi todo lo demás,
de lo cual es posible deducir
que la tarea primordial de los sorjuanistas
es la de discrepar de lo que dicen otros sorjuanistas.
Para ejercer su discrepancia con respecto a lo que
dicen otros sorjuanistas,
los sorjuanistas organizan congresos sobre Sor Juana
donde discrepan, por ejemplo, sobre:
La autoría de la “Carta de Sor Serafina de Cristo”
La fecha de composición de los sonetos jocosos.
La existencia/inexistencia de un proceso inquisitorial
contra Sor Juana.
Y,
muy principalmente,
sobre la naturaleza de la relación
de Sor Juana con la Marquesa de Paredes alias Lysi.
Los sorjuanistas organizan congresos.
Los sorjuanistas escriben libros.
Los sorjuanistas preparan ediciones anotadas.
Los sorjuanistas publican artículos, ensayos,
ponencias, cartas de refutación
en revistas especializadas, en blogs personales, en
memorias
de congresos que ellos mismos organizan para
discrepar de lo que dicen otros sorjuanistas.
Los sorjuanistas son gente muy ocupada.
Los sorjuanistas son gente muy rara.
Los sorjuanistas suelen tener un cubículo aparte.
Pero incluso entre los sorjuanistas,
cuya tarea primordial es la de discrepar de otros
sorjuanistas,
hay algunas coincidencias:
casi ninguna:
una:
todos los sorjuanistas coinciden en que Sor Juana era un monstruo.
A la mayoría de los sorjuanistas
no le gusta admitirlo
pero
llega un párrafo
en la tesis doctoral de todo sorjuanista
en el que resulta imposible continuar si no se admite antes
que Sor Juana era un monstruo
Y entonces,
el sorjuanista en cuestión admite,
como todos los otros sorjuanistas,
que Sor Juana era un monstruo.
Por ejemplo, Margo Glantz.
La mayoría de los sorjuanistas admiten a disgusto
que Sor Juana era un monstruo
e intenta restarle importancia
al párrafo siguiente,
pero lo admite.
Por ejemplo, Margo Glantz.
La mayoría lo admite intentando dar a entender
que lo admite en sentido metafórico,
pero lo admite.
Por ejemplo, Margo Glantz:
“La fama crece, empieza tímidamente
a otorgarle la categoría de musa, más tarde
se le llamará Fénix, y ella misma advertirá
que todos esos epítetos la convierten
en un monstruo…”
O, por ejemplo, Stephanie Kirk:
“…en estos poemas Sor Juana despliega
toda la gama de sus sentimientos
sobre el tema de su progenie monstruosa
y, por ende,
de su propia monstruosidad…”
O, por ejemplo, David Solodkow:
“…a medida que avanza la Respuesta,
Sor Juana sigue apuntalando
las particularidades de monstruosidad…”
Sí: Sor Juana era un monstruo:
tarde o temprano, todo sorjuanista lo admite:
coincide
con lo que dicen otros sorjuanistas
que a su vez coinciden
con lo que decían
de Sor Juana los contemporáneos de Sor Juana:
que Sor Juana era un monstruo.
Por ejemplo, Pedro del Santísimo Sacramento,
en uno de los prólogos al segundo tomo de las obras
de Sor Juana,
la llama, sin el pudor que caracteriza a los
sorjuanistas modernos,
“Monstruo de las mujeres y prodigio mexicano.”
Sí, eso:
un monstruo.
La propia Sor Juana escribe:
¡Qué dieran los saltimbancos,
a poder, por agarrarme
y llevarme, como Monstruo,
por esos andurriales
de Italia y Francia, que son
amigas de novedades
y que pagaran por ver
la Cabeza del Gigante,
diciendo: Quién ver al Fénix
quisiere, dos cuartos pague…!
¿Era Sor Juana un fénix?
Todos los sorjuanistas coinciden en que Sor Juana
era un monstruo, en lo que discrepan
es
en qué clase de monstruo era.
Algunos sorjuanistas leen “Fénix” y repiten “Fénix”
Algunos sorjuanistas leen “Fénix” y no dicen nada.
¿¨Pero era Sor Juana un fénix?
Probablemente algo había de plumas, algo de alas, algo de ave
bajo el hábito, pero un fénix,
lo que se dice un fénix,
no.
Basta con mirar sus retratos para saber
que Sor Juana no era
un fénix.
Los sorjuanistas tienen amor,
(un inmenso amor dentro de sí),
pero por algún extraño motivo
(en algún modo inexplicable)
en cierto momento de sus desdichadas vidas
(¿qué vida no lo es?)
decidieron entregarle todo ese amor a Sor Juana.
A algunos sorjuanistas el inmenso amor
que tienen por Sor Juana
les impide mirar con claridad a Sor Juana:
algunos sorjuanistas leen “Fénix” y transcriben “Fénix”,
pero basta con mirar sus retratos
para saber que Sor Juana no era un fénix.
Si Sor Juana no era un Ave
Fénix,
¿qué clase de monstruo era?
Los sorjuanistas no son de mucha ayuda al respecto.
En general
los sorjuanistas no son de mucha ayuda en nada.
Salvo algunos, claro:
Méndez Plancarte (a pesar de todo), Dorothy
Schons (hace algunos años),
Octavio Paz (incluso), Margo Glantz (a veces),
Antonio Alatorre (siempre):
vaya para ellos un humilde homenaje.
Salvo algunos y salvo aquéllos
que cada treinta años descuben
un inédito de Sor Juana,
los sorjuanistas no son de mucha ayuda en general
y mucho menos a la hora de discernir qué
clase
de
monstruo
era.
¿Qué clase de monstruo era Sor Juana?
Enigma.
Un enigma que formula enigmas.
Un enigma de Sor Juana:
¿Quál es aquella homicida
que, piadosamente ingrata,
siempre en quanto vive mata
y muere quando da vida?
Sorjuanistas: atención.
¿Qué clase de monstruo formula enigmas?
¿Qué clase
de monstruo es aquél cuyo poder
radica en el lenguaje?
¿Una esfinge?
¿Era Sor Juana una esfinge?
Sorjuanistas: he ahí un tema para su próximo
congreso.
Ya imagino las ponencias,
por ejemplo:
“Edipo ante Sor Juana: la tragedia del lector”,
“Deconstruyendo el sueño de la esfinge sorjuanina”,
“El tránsito sorjuanesco de Tebas a la Nueva España”.
Y,
por supuesto:
“La enigmática naturaleza de la relación
entre la Esfinge y la Marquesa de Paredes alias Lysi”.
Sorjuanistas: ¡cuidado!
Porque no ha sido hallado todavía
el cadáver de Sor Juana.
Sorjuanistas: ¡cuidado!
Y
otra vez:
sorjuanistas: ¡cuidado!
Porque una noche, una sombra
piramidal, funesta, se cernirá sobre nosotros:
Sor Juana desplegará sus alas tanto tiempo ocultas
bajo el hábito
y ante la incapacidad de los sorjuanistas
para responder coherentemente a su enigma
devorará a los sorjuanistas ya sin metáforas de por
medio.
Sor Juana devorará a los sorjuanistas:
a algunos sorjuanistas y a los otros sorjuanistas: a
todos los sorjuanistas
salvo a Margo Glantz
porque andará de viaje y es eterna: Margo Glantz tiene
mucho que aclarar.
Sí, salvo a Margo Glantz, Sor Juana devorará
a todos los sorjuanistas: ¡tesinas inacabadas
salpicadas de sangre!
A la mañana siguiente la policía no sabrá cómo
explicar esa masacre y la prensa la adjudicará,
por ejemplo,
a venganzas políticas,
a estudiantes de letras fanatizados,
a ajustes de cuentas entre sicarios:
sorjuanistas: ¡cuidado!
Una sombra se cernirá sobre nosotros: Sor Juana
abrirá sus alas como se abre un libro
y remontará la noche y ascenderá,
bellísima y monstruosa,
una vez más hacia las esferas.