domingo, 23 de octubre de 2011

Es Sueco y Es Poeta-Carmen Perilli

Domingo 9 de Octubre de 2011 | Tomas Tranströmer es un auténtico poeta, un hombre aislado hace más de 20 años por la afasia. Sus poemas arman otro mapa de su país, a partir de metáforas que resultan sorprendentes sin necesidad de tener que abandonar el lenguaje llano. Es el sexto autor de su nacionalidad que recibe el máximo galardón de las Letras en 110 años. Por Carmen Perilli | Para LA GACETA - Tucumán

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ampliar | EL CREADOR GOLPEADO Y GALARDONADO. El hombre encerrado en su mudez se refugia en la poesía que se vuelve hacia lo esencial, el alma y la naturaleza.
Desde que se anunció el Premio Nobel de Literatura no descansan los usuarios de las redes sociales que intentan saber quién es Tomas Tranströmer, una rara avis, sueco y poeta. Mis amigos poetas festejan, mis amigos suecos también. No se concedía el premio a un poeta desde 1996 y es el sexto autor sueco en 110 años del Nobel.

El mundo occidental se encuentra con otro que sorprende, con un perfil muy distinto al del novelista japonés Haruki Murakami y al poeta y músico Bob Dylan, dos estrellas de la tierra de las celebridades. La alteridad de Tranströmer proviene de la literatura nórdica, un tanto descentrada con respecto a Occidente. Sin embargo conocemos su teatro y, en los últimos tiempos, su narrativa. Pero Tomas Tranströmer está lejos de Henning Mankell y de Stieg Larsson, que han dinamitado la representación apacible de Suecia en el exterior.

En este caso hablamos de un poeta, muy conocido en su país, cuya obra nos habla de la naturaleza y el espíritu. El dictamen de la Academia llama la atención por su falta de precisión: "A través de la condensidad (sic) de sus traslúcidas imágenes, nos aporta un acceso fresco a la realidad". No hace justicia al hecho de que Tranströmer es un auténtico poeta, un hombre aislado hace más de dos décadas por la afasia de la que, paradójicamente, tiempo antes, en 1974 escribía versos proféticos: "Entonces llega el derrame cerebral: parálisis en el lado derecho / con afasia, solo comprende frases cortas, dice palabras / inadecuadas". Ese hombre que no puede hablar "confiesa que el sonido le produce una intensa alegría".

Sus poemas arman un mapa de un país "donde el bosque estalla en primavera" después del largo y oscuro invierno, y las noches brillan blancas; un lugar donde el hielo y la nieve ofrecen la posibilidad de retirarse del mundo.

Colores
El creador sorprende con sus metáforas sin abandonar un lenguaje llano: Suecia en diciembre puede ser "una extenuada / barca en tierra". Juega con el silencio de la naturaleza y escudriña sus secretos: "En lento remolino ha subido el silencio / hasta aquí desde el centro del mundo, a enraizarse y crecer / y con frondosa copa sombrear la escalera del hombre, / entibiada por el sol".

El verde exterior se metamorfosea en "verde interior / astuto y esperanzado". De la inmanencia a la trascendencia el poeta se figura "Libre del agobiante torbellino, se hunde / el viajero hacia la zona verde de la mañana". Las raíces de los árboles forman un "poderoso sistema". Azorado, el hombre constata que "a flor de tierra / -en abundancia tropical- está el verdor / con los brazos al aire, en escucha / del ritmo de una bomba invisible".

Si Borges creía que peligraba el mundo en el amanecer, Tranströmer afirma: "En las primeras horas del día, la conciencia puede abarcar / el mundo". El poeta puede "oír la oscuridad"; los recuerdos lo miran.

Signos
La búsqueda de la palabra es otro de sus temas. El poeta puede ser "un niño aislado, ausente, inmóvil con miedo". Pero siente su íntima relación con lo que le rodea. Está "cansado de todos los que llegan con palabras, palabras, pero no lenguaje". Busca lo salvaje, aquello que no tiene palabras. Frente a un mundo "de multitudes ciegas e inquietas, / que pasan por las calles camino de un milagro".

El hombre encerrado en su mudez se refugia en la poesía que se vuelve hacia lo esencial, el alma y la naturaleza. Lo salvaje no tiene palabras, advierte, pero la música llega adonde el lenguaje no podrá llegar nunca. "Lo único que quiero decir / reluce fuera de alcance / como la plata / en la casa de empeños", reza uno de sus poemas. El bosque se ha transformado y el poeta afirma: "Heredé un bosque sombrío, pero hoy yo camino en otro bosque, el luminoso".

Miradas
En Tranströmer, con una mirada entre surrealista y simbolista, el sueño y el poema se acercan. Siempre con el afán de mostrar retratos cotidianos de la realidad cercana, afirma: "Un poema no es otra cosa que un sueño que yo realizo en la vigilia. El sueño y el poema vienen de la misma persona". Su obra pertenece a la tradición de la poesía mística, central en la literatura sueca.

El lector siente la dificultad de la traducción, ya que no puede apreciar el sonido y el ritmo, propios del sueco. Ya que como el poeta afirma: "El poema va a depender siempre de la lengua en que nació. Pero tal vez en el futuro va a ser más fácil para el poema atravesar fronteras".

Conocerlo es un primer paso.

Carmen Perilli - Doctora en Letras, profesora de Literatura Hispanoamericana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, investigadora del Conicet

La pesada carga del hombre blanco

CONTRATAPA
La pesada carga del hombre blanco






Por José Pablo Feinmann
¿Por qué es pesada esa “carga”? Porque hay en ella una gran dosis de sacrificio. El hombre blanco da todo de sí para llevar la civilización a los territorios primitivos, bárbaros. La barbarie es lo Otro de esa civilización, su antinomia. No es la cultura, no son las costumbres de los pueblos refinados, no son los libros, no es la visión de la historia como un progreso constante del género humano. No podría serlo porque esos pueblos no tienen historia. Sólo pasan a tenerla cuando el hombre blanco, asumiendo su pesada carga, los incorpora a la suya y los lleva por sus caminos, que sí, son los de la historia. En suma, la pesada carga del hombre blanco es la carga del colonialismo. Entrar en los pueblos atrasados, llevarles la cultura, incorporarlos a la línea incontenible del progreso humano, a la línea de la historia, entregarles como gran regalo la civilización que con tanto sacrificio la modernidad occidental ha conseguido atesorar.

Rudyard Kipling fue el gran poeta de esta epopeya. Nació en Bombay en 1865, se dedicará a la literatura y hasta llegará a ganar el Premio Nobel. Tiene dos poemas célebres por cantar la epopeya del homo colonialista. Uno es célebre, aunque ya un poco olvidado: If (traducido al castellano por el condicional Si). El otro, más complejo, arduo de traducir, pero casi tan célebre como el If es La pesada carga del hombre blanco (White Man’s Burden). Los dos son poderosos, magníficos. El If, en forma de pergamino, fue colgado en innumerables hogares a lo largo y a lo ancho de este mundo. ¿Era la visión que Kipling tenía del homo colonialista? No cabía duda de esto. ¿Era el superhombre nietzscheano? Bien pudo serlo. Era, en todo caso, un hombre que ninguno de nosotros jamás sería. Pero, ¿quién no soñó serlo? No ser el homo colonialista. Quitemos las connotaciones políticas, quitemos al conquistador británico y a su reina, la codicia irrefrenable del Imperio, su rapiña, su sagacidad para llevar a cabo todos sus planes, para dominar el mundo desde una pequeña isla. Tratemos de leer (o releer) el poema como el de un poeta que nos incita a ser más de lo que somos, que nos incita a la perfección, no a la maldad, sino al diseño admirable de nuestro modo de ser en el mundo. Escribe Kipling: “Si sabes conservar la cabeza/ cuando todos los que te rodean/ pierden las suyas y te culpan de ello”. Sigue: “Si sabes confiar en ti mismo/ cuando todos dudan de ti/ pero te haces también cargo de sus dudas/ Si sabes esperar y no cansarte en la espera/ si siendo objeto de mentiras no te ocupas de mentir/ o siendo odiado no te entregas al odio/ si te sabes encontrar con el éxito y el fracaso/ y tratar a esos dos impostores por igual/ Si sabes hacer un montón con tus ganancias/ y arriesgarlas en una jugada de cara o cruz/ y perder y volver a empezar desde el principio/ y no pronunciar una palabra sobre tu pérdida/ Si sabes (...) seguir cuando no queda nada en ti/ excepto la voluntad que te dice: ¡avanza!/ Si sabes llenar el inexorable minuto/ con el poderoso valor de sesenta segundos/ tuya es la tierra y todas las cosas que hay en ella/ y lo que es más: ¡eres un hombre, hijo mío!” (Nota: Hay cientos de traducciones del If. Si se empieza a compararlas todas ninguna nos dejará satisfechos. Elegí una y la retoqué, saqué y agregué levemente un par de cosas. Busquen ustedes la suya. Además, no lo transcribí completo.)

El otro poema de Kipling es explícito sobre todo por su título. Luego es complejo, no tan claro como el If, menos cristalino, menos poderoso, pero igualmente perfecto en su forma literaria. Pero es el poema que dice más explícitamente que cualquier discurso o proclama lo que el hombre blanco siente cuando entra en un territorio bárbaro. “Aquí estamos. Les traemos la cultura, la civilización, el lenguaje, los buenos modales, algunas escuelas, algunos maestros, y llegamos con fusiles, cañones, espadas, látigos, con todo lo necesario si no aceptan someterse a nuestra pesada carga. No nos gusta que nuestro sacrificio sea ignorado, o peor aún: recibido con desdén, con odio. Adviertan ya mismo, en el mismo instante en que nos vean llegar, la enorme suerte que tienen, la modernidad, el capitalismo occidental, la rueda de la historia ha llegado hasta ustedes. Los haremos parte de ella. Esa fortuna tienen. Dejarán de vegetar fuera de la historia. Porque ustedes, sin nosotros, son pueblos sin historia. Nosotros se la traemos. Les traemos nada menos que eso: la Historia. Sólo les pedimos que trabajen para nosotros. Pero los haremos progresar. Caminarán hacia el mismo porvenir que nosotros. Porque es el único. Solos, retrocederían otra vez hasta la edad de los monos y los dinosaurios. De nuestra mano les aguarda el porvenir. Sólo exigimos sumisión y trabajo duro. Algunas vez soltaremos sus manos y serán libres. Entre tanto, crecerán vigilados por nosotros. Porque ustedes, los bárbaros, sólo pueden crecer, avanzar, formar parte del progreso, de la historia humana, si se aferran a nuestra mano, la de la civilización”.

Kipling lo dice en White Man’s Burden: “Lleven la carga del hombre blanco/ envíen adelante a los mejores entre ustedes/ para servir, con equipo de combate/ a naciones tumultuosas y salvajes/ Esos recién conquistados y descontentos pueblos/ mitad demonios y mitad niños/ Lleven la carga del hombre blanco/ las salvajes guerras por la paz/ llenen la boca del Hambre/ y ordenen el cese de la enfermedad/ y cuando el objetivo esté más cerca/ en pro de los demás/ contemplen a la pereza y a la ignorancia/ llevar la esperanza de todos ustedes hacia la nada”. He aquí por qué es pesada la carga del hombre blanco. Porque es inútil. Pesimismo terrible el de Kipling. Esas “naciones tumultuosas y salvajes”, esos “descontentos pueblos”, “mitad demonios, mitad niños”, jamás reconocerán, agobiados por su pereza y por su ignorancia, la esperanza que en ellos depositó el hombre blanco, sometida ahora al abismo, a la nada.

Sin embargo, algún placer o magnífico beneficio habrá de encontrar el hombre blanco en su pesada carga porque la ha llevado y aún la lleva. Aún penetra en tierras que no le pertenecen. Aún dice que asume su cruzada civilizadora. Aún mata en nombre del progreso o de la democracia (palabra que ha reemplazado a “progreso”). Aún su voluntad, incesantemente, le dice: “¡Avanza!”

Para no morir Por Santiago O’Donnell

La muerte de Khadafi no fue linda ni prolija. El murió con dignidad, peleando hasta el final en su ciudad natal contra fuerzas muy superiores. Pero ellos, los de la OTAN, lo cazaron como un pajarito y se lo sirvieron en bandeja a la turba enardecida para que lo asesinen, para que lo apaleen hasta desfigurarlo. No fue lindo ni marca un buen comienzo para la nueva era que empieza en Libia. Ninguna guerra es prolija, pero vamos, primero Bin Laden, ahora Khadafi ¿Qué clase de sistema legal permite que los villanos de turno sean sistemáticamente eliminados, sin juicio ni verdad? Los que entregaron a Khadafi, los que reparten órdenes y armamento, los que recibieron a los líderes rebeldes en sus palacios occidentales, ¿cómo permiten semejante salvajismo? Los que bombardearon sin piedad hasta dar vuelta la guerra civil ahora prometen ser garantes de la reconstrucción de la infraestructura y el tejido social que ha sido destruido. Pues bien, hay que empezar por el principio. En el caso de Khadafi es especialmente pertinente que se conozca la verdad sobre la represión del ejército libio a los manifestantes de la Primavera de Trípoli. Es que ése fue el antecedente que invocaron las potencias occidentales para meterse en Libia, armar a los rebeldes y producir el derrocamiento del viejo caudillo. El pretexto para invadir Libia fue el de evitar que Khadafi repita la masacre de Trípoli con los rebeldes que había sitiado en Benghazi. ¿Fue así? ¿Hubo masacre en Trípoli? En un país que no permitía prensa crítica ni corresponsales extranjeros, difícil saber. Pero la Corte Penal Internacional de La Haya, la organización de derechos humanos Human Rights Watch y varios gobiernos, incluyendo el de Rusia, acusaron a Khadafi de abrir fuego en contra de su propia población. También deben investigarse las denuncias de Amnesty International sobre las masacres y linchamientos de soldados leales a Khadafi a manos de los llamados rebeldes (foto). Pero sobre todo debe ser investigada la brutal e inhumana muerte del líder libio, como ha pedido Naciones Unidas. No vaya a ser que esta muerte tan oportuna para Occidente cierre la posibilidad de esclarecer estas cuestiones. No es que las acusaciones no sean plausibles. Khadafi tiene un largo currículum de violaciones a los derechos humanos, incluyendo el haber admitido la responsabilidad de su gobierno en el derribo de un avión de línea repleto de pasajeros. Los rebeldes han demostrado que tampoco son carmelitas descalzas y la OTAN, que impidó la huida de Khadafi, fue al menos permisiva con la turba que lo ejecutó. El problema es que Libia le vende casi todo su petróleo a Europa, tiene casi todo su dinero depositado en bancos europeos y le compra gran parte de su armamento a Estados Unidos. O sea, un Khadafi vivo, sentado en el banquillo de los acusados, hubiera podido prender el ventilador contra sus respetados cómplices del otro lado del Mediterráneo y más allá del Atlántico. Por eso es tan importante conocer la verdad, porque nada puede renacer a partir de la mentira.

El movimiento islamista palestino Hamas liberó al sargento israelí Gilad Shalit, secuestrado en Gaza en el 2006, a cambio de más de mil prisioneros palestinos. La decisión del gobierno de Benjamin Netanyahu de entrar en negociaciones directas con Hamas para liberar al soldado fue recibida con el beneplácito de la mayoría de los israelíes. La liberación de los primeros prisioneros palestinos desató el júbilo en las calles de Gaza y Cisjordania. El acuerdo fortalece a Hamas y al gobierno israelí y debilita las posición de Estados Unidos y de la Autoridad Palestina, que venían negociando un acuerdo de paz. Lo cual no está mal, porque el acuerdo excluía a Hamas e Israel participaba sólo a regañadientes, para no alienar a su aliado estadounidense. Hay que decir que Israel invadió dos veces Gaza desde el secuestro del soldado con cientos de víctimas civiles, pero no pudo recuperar a Shalit por la fuerza. Y que Hamas disparó cientos de cohetes caseros contra la población civil israelí pero recién pudo recuperar a sus prisioneros cuando se sentó a negociar con Israel. Es verdad que las armas y los hechos militares fortalecen el poder de negociación. Pero en un punto hay que sentarse y trasladar lo que sucedió en el campo de batalla al terreno político. En Medio Oriente ya se han disparado todos los tiros necesarios como para que quede claro que ni los israelíes ni los palestinos se van a rendir o desaparecer. El canje de prisioneros parece indicar que, tras generaciones enteras de sangre derramada, los dos viejos contendientes empiezan a aceptar esta realidad. Esto no significa negar que hay un pueblo opresor y otro oprimido ni avalar los métodos terroristas que han sabido emplear los oprimidos, ni los bombardeos indiscriminados que usan los opresores para vengarlos. La discusión puede ser tan eterna como fútil, en cambio las acciones del gobierno conservador israelí y de la facción mayoritaria y más radical del movimiento palestino, aun con los considerables escollos que quedan por delante, autorizan a ilusionarse con un gradual acercamiento a algo que se parezca a convivir en paz.

En España, ETA anunció que deja la lucha armada. La última guerrilla europea empezó a extinguirse cuando el nacionalismo dejó de ser una razón para matar y dejar la vida. Independizarse de España no fue posible, hacerlo de la Unión Europea suena a quimera. Fundada durante el franquismo, ETA cometió su primer atentado mortal en 1968, la víctima fue un miembro de la Guardia Civil. Después vinieron 838 más. Al final, la violencia militarista que cimentó al grupo separatista vasco y le dio su impulso inicial en tiempos de dictadura terminó sellando su suerte. Diezmada como nunca, repudiada por millones de españoles, la ETA nunca se recuperó del cisma entre su ala política y su ala militar que causó el atentado del 2006 en el aeropuerto de Barajas, donde murieron dos empleados de limpieza. La organización había declarado un “alto el fuego permanente” y negociaba un acuerdo de paz con el gobierno español. Tanto para adentro como para afuera de la ETA el daño causado por semejante contradicción fue irreparable. Desde entonces, tanto el gobierno español como el francés le venían asestando duros golpes a lo que quedaba del grupo armado, mientras la izquierda nacionalista vasca hacía un exitoso reingreso a la política legal española, convirtiéndose en la tercera fuerza en la región, con diversas representaciones en municipios y consejos deliberantes. El final estaba cantado.

Cuatro décadas de Khadafi en Libia. Cuatro décadas desde la ocupación de Palestina. Cuatro décadas desde el primer atentado mortal de ETA. Toda una vida de caerse y levantarse para seguir peleando a corazón partido. Hasta que los tiempos cambian. El amor madura, el odio muta en dolor, se aprenden nuevas formas de lucha. Por los que vienen y por los que ya no están, los sobrevivientes renacen y vuelven a empezar, para no morir.

sodonnell@pagina12.com.ar

Putrefacción moral Por Atilio A. Boron

El brutal asesinato de Muammar Khadafi a manos de una jauría de mercenarios organizados y financiados por los gobiernos “democráticos” de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña actualiza dolorosamente la vigencia de un viejo aforismo: “Socialismo o barbarie”. No sólo eso: también confirma otra tesis, ratificada una y otra vez que dice que los imperios en decadencia procuran revertir el veredicto inexorable de la historia exacerbando su agresividad y sus atropellos en medio de un clima de insoportable descomposición moral. Ocurrió con el Imperio Romano, luego con el español, más tarde con el otomano, después con el británico, el portugués y hoy está ocurriendo con el norteamericano. No otra es la conclusión que puede extraerse al mirar los numerosos videos que ilustran la forma en que se “hizo justicia” con Khadafi, algo que descalifica irreparablemente a quienes se arrogan la condición de representantes de los más elevados valores de la civilización occidental. Sobre ésta cabría recordar la respuesta que diera Mahatma Gandhi a la pregunta de un periodista, interesado en conocer la opinión del líder asiático sobre el tema: “es una buena idea”, respondió con sorna.

El imperialismo necesitaba a Khadafi muerto, lo mismo que Bin Laden. Vivos eran un peligro inmediato, porque sus declaraciones en sede judicial ya no serían tan fáciles de ocultar ante la opinión pública mundial como lo fue en el caso de Saddam Hussein. Si Khadafi hablaba podría haber hecho espectaculares revelaciones, confirmando numerosas sospechas y abonando muchas intuiciones que podrían haber sido documentadas contundentemente por el líder libio, aportando nombres de testaferros imperiales, datos de contratos, comisiones y coimas pagadas a gestores, cuentas en las cuales se depositaron los fondos y muchas cosas más. Podríamos haber sabido que fue lo que Estados Unidos le ofreció a cambio de su suicida colaboración en la “lucha contra el terrorismo”, que permitió que en Libia se torturara a los sospechosos que Washington no podía atormentar en Estados Unidos. Habríamos también sabido cuánto dinero aportó para la campaña presidencial de Sarkozy y qué obtuvo a cambio; cuáles fueron los términos del arreglo con Tony Blair y la razón por la cual hizo donativos tan generosos a la London School of Economics; cómo se organizó la trata de personas para enviar jovencitas al decrépito fauno italiano, Silvio Berlusconi, y tantas cosas más. Por eso era necesario callarlo, a como diera lugar.

El último Khadafi, el que se arroja a los brazos de los imperialistas, cometió una sucesión de errores impropios de alguien que ya venía ejerciendo el poder durante treinta años, sobre todo si se tiene en cuenta que el poder enseña. Primer error: creer en la palabra de los líderes occidentales, mafiosos de cuello blanco a los cuales jamás hay que creerles porque más allá de sus rasgos individuales –deleznables salvo alguna que otra excepción– son la personificación de un sistema intrínsecamente inmoral, corrupto e irreformable. Le hubiera venido bien a Khadafi recordar aquella sentencia del Che Guevara cuando decía que “¡no se puede confiar en el imperialismo ni un tantito así!”. Y él confió. Y al hacerlo cometió un segundo error: desarmarse. Si los canallas de la OTAN pudieron bombardear a piacere a Libia fue porque Khadafi había desarticulado su sistema de defensa antiaérea y ya no tenía misiles tierra-aire. “Ahora somos amigos”, le dijeron Bush, Obama, Blair, Aznar, Zapatero, Sarkozy y Berlusconi y él les creyó. Tercer error, olvidar que como lo recuerda Noam Chomsky, Estados Unidos sólo ataca a rivales débiles e inermes, o que los considera como tales. Por eso pudo atacar a Irak, cuando ya estaba desangrado por la guerra con Irán y largos años de bloqueo. Por eso no ataca a Cuba, porque según los propios reportes de la CIA ocupar militarmente la isla le costaría un mínimo de veinte mil muertos, precio demasiado caro para cualquier presidente.

Los imperialistas le negaron a Khadafi lo que les concedieron a los jerarcas nazis que aniquilaron a seis millones de judíos. ¿Fueron sus crímenes más monstruosos que las atrocidades de los nazis? Y el fiscal general de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, mira para otro lado cuando debería iniciar una demanda en contra del jefe de la OTAN, causante de unas 70.000 muertes de civiles libios. En una muestra de repugnante putrefacción moral la secretaria de Estado Hillary Clinton celebró con risas y una humorada la noticia del asesinato de Khadafi. (Ver http://www.youtube.com/watch?v=Fgcd1ghag5Y) Un poco más cautelosa fue la reacción del Tío Tom (el esclavo negro apatronado que piensa y actúa en función de sus amos blancos) que habita en la Casa Blanca, pero que ya hace unas semanas se había mostrado complacido por la eficacia de la metodología ensayada en Libia, la misma que advirtió podría ser aplicada a otros líderes no dispuestos a lamerle las botas al Tío Sam. Esta ocasional victoria, preludio de una infernal guerra civil que conmoverá a Libia y todo el mundo árabe en poco tiempo más, no detendrá la caída del imperio. Mientras tanto, como lo observa un agudo filósofo italiano, Domenico Losurdo, el crimen de Sirte puso en evidencia algo impensable hasta hace pocos meses: la superioridad moral de Khadafi respecto de los carniceros de Washington y Bruselas. Dijo que lucharía hasta el final, que no abandonaría a su pueblo y respetó su palabra. Con eso le basta y sobra para erguirse por encima de sus victimarios.

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EL MUNDO › LA HUMILLANTE EXHIBICION DE KHADAFI EN UN FRIGORIFICO SUCIO TERMINO CUANDO EL CADAVER FUE LLEVADO A UNA MORGUE

D Por Jane Merrick *
Desde Misrata

Antes de la autopsia, padre e hijo fueron exhibidos como trofeos de guerra en el piso de un roñoso frigorífico. Los cuerpos de Muammar y Muta-ssim Khadafi yacían en colchones para que cientos de personas, incluyendo familias con niños, saluden a las presas de los bombardeos de la OTAN y la contraofensiva rebelde. Si bien los resultados de la autopsia aún no fueron revelados, los cuerpos serán entregados hoy al clan Khadafi para que sean enterrados.

Organizaciones pro derechos humanos y gobiernos como Rusia y Ecuador (ver recuadro), le exigieron al Consejo Nacional de Transición (CNT) que se lleve a cabo una investigación para determinar si el asesinato de Khadafi constituyó un crimen de guerra.

Poco de eso importó a la gente, que hacía fila en la puerta del centro comercial de Misrata. Algunos rebeldes que se encontraban en el lugar donde Khadafi fue asesinado dijeron que intentaron subirlo a una ambulancia. “Fue golpeado brutalmente, apenas podía caminar. No sé si habría sobrevivido con todas las heridas que tenía. Se escucharon ráfagas de metralletas y luego un par de tiros. Eso fue todo”, dijo un estudiante llamado Ali Mansouri.

Los rebeldes dijeron que Mutassim fue muerto en acción. Pero hay material de él grabado que lo muestra capturado, fumando un cigarrillo y luego recostándose con un brazo sobre la cabeza. El cuerpo en Misrata tenía heridas profundas en el pecho y cuello.

El único miembro de la familia Khadafi que podría significar un escollo para Occidente es Saif al Islam. Buscado por la CPI por crímenes de guerra, el segundo hijo de Khadafi fue alguna vez el mimado del establishment inglés. Se codeaba personalmente con Tony Blair, lord Mandelson, el duque de York y Nat Rothschild. Por no mencionar su doctorado obtenido en la London School of Economics. Hasta anoche su paradero era desconocido. Una información lo daba herido y trasladado a un hospital de Zlitan, aunque la versión fue descartada por funcionarios. Otra decía que se dirigía a Niger luego de escapar de Sirte cuando el convoy de vehículos que lo trasladaba junto a su padre fue alcanzado por misiles franceses.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo que no sabía el paradero de Saif. Muchos temen que los leales a Khadafi hayan jurado protegerlo tras la muerte de su padre. La OTAN quiere llevarlo vivo a los tribunales de La Haya.

Luego de la caída de Trípoli, unos cables de la embajada británica incluían una carta de Blair a Seif. Comenzaba con un “querido ingeniero”, antes de las alabanzas a su “interesante” tesis de doctorado. El libio siempre describió a Blair como un amigo personal de la familia. Ambos se conocieron en 2006, durante el restablecimiento de las relaciones entre Inglaterra y Libia. Esta comenzó en 2003, cuando los servicios de inteligencia ingleses y la CIA negociaron que la Jamahiriya deponga su arsenal biológico y químico. El restablecimiento de las relaciones sirvió para que liberen al autor material del atentado de Lockerbie, Abdelbaset al Megrahi en agosto de 2009. Saif conoce bien el paño y podría aportar luz a este episodio turbio entre Libia e Inglaterra.

El primer ministro interino también se dio una vuelta por el frigorífico de la sordidez. Luego, ya legitimado como primer ministro interino tras la muerte de Khadafi, Mahmud Jibril voló a Jordania para participar de la sesión de apertura del World Economic Forum del mundo árabe.

“Los libios se sienten aliviados, pero la misión de reconstrucción será muy difícil”, reconoció como si hiciera falta aclararlo. En la tónica del Congreso, Jibril salió a relucir cotes de estadista.

“Los problemas económicos en el mundo árabe no se deben a la falta de dinero, sino más bien a una mala gestión”. La conferencia estuvo centrada en las repercusiones económicas y políticas de los procesos revolucionarios que desde hace meses se suceden en distintos países del mundo árabe-musulmán. En un exclusivo balneario de la costa jordana, el primer ministro interino dijo que los retos inmediatos a los que se enfrenta el CNT incluyen el desarme de los diferentes grupos que han luchado contra el dictador.

“La restauración de la estabilidad, la confiscación de una gran cantidad de armas y el inicio del proceso de reconstrucción. Hay muchos grupos dispares en Libia y no está claro con qué rapidez van a entregar sus armas”, dijo. El primer ministro también confirmó el organigrama negociado en las principales capitales europeas, por el cual habrá elecciones generales en el país dentro de ocho meses.

A tan sólo dos días de la muerte de Khadafi, Jibril no pudo declarar la independencia post mortem tan deseada. Sin embargo, no se privó de adjudicarse la victoria ante otros líderes musulmanes.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Juan Nicenboim.

La muerte de Gadafi -Página /12

La OTAN abrió el camino para la muerte de Gadafi: Fue un asesinato

Por David Usborne, Kim Sengupta, Portia Walker, Cahal Milmo y Richard Hall
Página 12
Después de un fuerte bombardeo de los aviones de la OTAN contra una caravana que se alejaba de la ciudad de Sirte, se conoció la muerte del líder libio, Muamar el Gadafi. En un primer momento se dijo incluso que había muerto por las bombas de los países europeos que intervienen en el conflicto interno de Libia. Pero al final, el asesinato del hombre fuerte de Libia, que parecía escapar de las garras de los rebeldes que lo sacaron del poder, fue tan poco digno y brutal como aquellos de los que era acusado por los triunfantes rebeldes. Tras los iniciales rumores de ayer, acerca de que había sido capturado, se dispararon en los noticieros las versiones de que había muerto y surgió el video que lo mostraba por un camión y en manos de una multitud asesina, sangrando pero vivo.
Otro video posterior mostraba su cuerpo muerto en un charco de sangre en el pavimento, aparentemente con una herida de bala en la sien. Un alto funcionario libio dijo que se estaban llevando a cabo pruebas de ADN para confirmar que era él. Si Gadafi fue asesinado a pocos importó. “Confirmamos que todos los males, además de Gadafi, se han desvanecido de este amado país”, declaró en Trípoli el primer ministro Mahmud Jibril, intentando poner un cierre a las incertidumbres que rodeaban la noticia que ya se ha´bía rumoreado muchas veces antes. “Es hora de empezar una nueva Libia, una Libia unida”, añadió Jibril. “Un pueblo, un futuro.”

La sensación de un día de transformaciones aumentó por la noticia de que el ministro de Defensa de Gadafi, Abu Kakr Yunis, también había muerto, así como el hijo del líder Mo’tassim Gadafi. De otro hijo, Said al Ismal -en una época la cara más visible del gobierno y heredero de su padre-, también se rumoreaba que estaba muerto, aunque algunos afirmaban que había sido capturado o cercado. Aunque surgieron muchos relatos que competían, por lo menos era posible decir anoche que la cadena de hechos que llevaron a su muerte comenzó cuando la inteligencia occidental interceptó comunicaciones que sugerían que estaba en Sirte. Las fuentes de Defensa dijeron ayer a The Independent que los combatientes del CNT (Consejo Nacional de Transición) habían puesto todas sus energías en penetrar en el baluarte después de que fueron informados de las comunicaciones entre comandantes de los restos de las fuerzas del gobierno de Gadafi.

La mayoría de las versiones de los hechos estaban de acuerdo en que Gadafi y sus partidarios intentaron huir de la ciudad en un convoy de 80 vehículos, pero fueron impactados por ataques aéreos de la OTAN llevados a cabo por aviones de guerra Mirage franceses. Pero altas fuentes militares de Estados Unidos aseguraron ayer a la cadena de televisión NBC que el convoy en el que viajaba Gadafi, de quince vehículos, fue atacado por un avión Predator no tripulado, un “drone” que lanzó un misil Hellfire, y después fue abordado por los rebeldes, que capturaron al dictador.

Gadafi estaba en la caravana, o cerca de ella, según los militares, pero al parecer logró salir por un tubo de drenaje cercano, donde fue capturado por las fuerzas de Consejo Nacional de Transición, que lo encontraron herido en ambas piernas. Cuando se acercaban, un vocero del consejo militar de Misrata, Fathi Bashaga, dijo que el depuesto líder preguntó: “¿Qué quieren?”. Aún no está claro si las heridas visibles de Gadafi las sufrió durante el ataque aéreo o a manos de sus captores.

De acuerdo con la emisora árabe Al Jazeera, Gadafi se encontraba escondido en una gran tubería de hormigón. Al ser descubierto por los rebeldes los enfrentó con una pistola. Algunas informaciones señalan que un joven de 16 años le arrebató el revólver y lo baleó en la cabeza. Las heridas que le provocaron la muerte las sufrió recién cuando lo trasladaban de Sirte a Misrata. Gadafi recibió un disparo en la cabeza y otro en el estómago. Al ex líder libio no lo mataron a golpes, sino que murió cuando llegó al hospital de Misrata después de perder mucha sangre.

Pocas horas después de su muerte, el cuerpo del ex líder libio fue trasladado a una mezquita en la ciudad de Misrata. Esta información confirma que Gadafi será enterrado bajo el ritual islámico. Siempre según Al Jazeera, que se basa en reportes del gobierno de transición libio, el hijo de Gadafi, Mutassim, fue abatido en un tiroteo.

Los funcionarios occidentales insisten en que las misiones de la OTAN, que incluían aviones de reconocimiento de la RAF, no eran directamente responsables de la muerte del ex dirigente. Pero la decisión de llevar a cabo ataques aéreos sobre las fuerzas leales huyendo era el resultado de un cambio de política de la OTAN en respuesta a las comunicaciones interceptadas.

Previamente, las fuerzas occidentales habían evitado tales ataques porque esos blancos no representaban una amenaza inmediata. Según algunas fuentes del CNT, fueron algunos guardaespaldas de Gadafi, acorralados y amenazados con ser ejecutados, los que revelaron su paradero.

En Bruselas, la OTAN insinuó que la muerte de Gadafi podría ser una señal del comienzo de una reducción de la operación militar internacional sobre los cielos de Libia. Un funcionario sugirió que una “retirada” de las operaciones podría comenzar las próximas semanas. El funcionario dijo: “Los hechos de hoy inducirán a la cadena de comandos del ejército a hacer una nueva evaluación. Si la decisión es terminar las operaciones, se hará en forma gradual. Las operaciones militares muy rara vez finalizan. Uno se toma tiempo para estar absolutamente seguro de que el fuego se extinguió”. Al ser cuestionado sobre el rol que tendrán, ahora que Gadafi ha muerto, las fuerzas británicas en Libia, un vocero del Ministerio de Defensa dijo: “Tenemos que dejar que el polvo se asiente y ver qué pasa con el resto de los leales a Gadafi. Nuestra parte en las operaciones de la OTAN continuará hasta que no sean más necesarias”.

Los espasmos finales de violencia en Sirte fueron transmitidos a una aturdida nación y a los televidentes de todo el mundo. El video de un celular fue pasado en los canales de noticias de todo el globo, aparentemente tomado por un combatiente rebelde, mostrando el cadáver sangrante y desnudo de Gadafi tirado en una sábana. Tenía 69 años y había gobernado durante 42. Muchos en Libia están asombrados de que Sirte fuera su último escondite y hace mucho que sospechaban que, o bien había huido del país o que estaba escondido en remotas regiones del desierto en el sur, cerca de las fronteras con Argelia y Níger.

Las noticias del sangriento fin de Gadafi motivaron que Amnesty International pidiera una investigación sobre la forma en que murió Gadafi.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

Le Nom des Gens-Wikipedia

Le Nom des Gens est un film français réalisé par Michel Leclerc. Présenté en séance spéciale dans la sélection de la Semaine de la critique au 63e Festival de Cannes en mai 2010, il est sorti dans les salles françaises le 24 novembre 2010.
Bahia Benmahmoud est une pasionaria des temps modernes. Adepte de la méthode baba cool, elle fait l’amour plutôt que la guerre et couche avec les hommes de droite qu'elle croise pour les faire changer d'opinion, se définissant elle-même comme une « pute politique ». Cette méthode porte ses fruits jusqu'au jour où elle rencontre Arthur Martin, qu'elle classe immédiatement comme un fasciste potentiel en raison de son discours sur le principe de précaution et la grippe aviaire, qu'elle qualifie de paranoïaque, mais aussi de son homonymie avec un fabricant d’électroménager. Elle réalise néanmoins son manque de discernement et se rend compte progressivement qu'elle est attirée par lui.
Fiche technique[modifier]

Titre : Le Nom des Gens
Réalisateur : Michel Leclerc
Scénario : Baya Kasmi et Michel Leclerc
Directeur de la photographie : Vincent Mathias
Musique : Jérôme Bensoussan et David Euverte
Montage : Nathalie Hubert
Producteurs : Caroline Adrian, Antoine Rein, Fabrice Golstein
Production : Delante Films, Karé Productions (Antoine Rein et Fabrice Goldstein), avec le soutien de Canal+, TPS Cinéma, Région Ile-de-France, an association avec Uni Etoile et Sofica Valor 7
Distribution : UGC
Pays d'origine : France
Langue originale : français et partiellement arabe
Durée : 100 minutes
Dates de sortie :
France : 13 mai 2010 (Festival de Cannes), 10 juillet 2010 (Festival Paris Cinéma), 24 novembre 2010 (sortie nationale)
Belgique : octobre 2010 (Festival international du film francophone de Namur), 24 novembre 2010 (sortie nationale)
Suisse : 24 novembre 2010 (Suisse romande)
Distribution[modifier]

Sara Forestier : Bahia Benmahmoud
Jacques Gamblin : Arthur Martin
Zinedine Soualem : Mohamed Benmahmoud, le père de Bahia
Jacques Boudet : Lucien Martin, le père d'Arthur
Carole Franck : Cécile Benhmamoud, la mère de Bahia
Michèle Moretti : Annette Martin, la mère d'Arthur
Julia Vaidis-Bogard : Annette à 30 ans
Adrien Stoclet : Arthur Martin adolescent
Laura Genovino : Bahia à 10 ans
Camille Gigot : Arthur Martin enfant
Zakariya Gouram : Hassan Hassini, le communautariste musulman
Nabil Massad : Nassim
Cyrille Andrieu-Lacu : le grand-père maternel d’Arthur, taxi
Christina Palma de Figueiredo : la grand-mère maternelle d’Arthur
Rose Marit : Annette à 7 ans
Nanou Garcia : la fonctionnaire de l'état-civil
Lionel Jospin : dans son propre rôle
Antoine Michel : le photographe
Maxime Roger : l’assesseur
Commentaires[modifier]

Le film a été tourné en grande partie à Bagnolet, où vit la coscénariste Baya Kasmi. Le réalisateur explique que « 80 % du film a été tourné à Bagnolet. Cette ville, où beaucoup de populations différentes cohabitent, collait parfaitement à l’histoire et au propos du film, qui parle des obsessions françaises, de l’identité »1. Le tournage a eu lieu entre mi-septembre et mi-novembre 2009 dans tous les quartiers (le Plateau, la Dalle, les cités des Malassis et Pablo-Neruda, la clinique Floréal, le Parc-des-Guilands). De nombreuses scènes montrent l’hôtel de ville et sa place, le café le Bal perdu, le Franprix, le marché. Le réalisateur s'en explique ainsi : « J’aime beaucoup cette place, très XIXe siècle, alors que Bagnolet a des architectures hétéroclites, très cinématographiques »1. La scène de mariage est quant à elle jouée dans le 4e arrondissement de Paris2.
Dans une courte apparition dans son propre rôle, l'ancien premier ministre Lionel Jospin déclare : « Un jospiniste aujourd'hui, c'est aussi rare qu'un canard mandarin dans l'île de Ré »3.
L’auteur des peintures exécutées à l'âge adulte par le personnage de Mohamed Benhmamoud - père de Bahia dans le film - est Dib Kasmi, le père de Baya Kasmi, la coscénariste du film. « Il est d’ailleurs proche du personnage du père de Sara-Bahia dans le film et il peint. Et comme le père dans le film, il n’a jamais montré ses tableaux. Zinedine Soualem, qui joue donc son rôle, a travaillé avec lui pour imiter sa gestuelle »4.
L'auteur des dessins exécutés par le personnage du père de Bahia lorsqu'il est enfant en Algérie est le réalisateur de film d'animation Serge Élissalde.
Citations[modifier]

"Nos familles, c'est une partie de l'histoire qui fait l'amour à l'autre" Bahia Benmahmoud
"Une vie de homard ça vaut bien une vie de tourteau ? C'est le capitalisme qui dit qu'un homard ça vaut plus qu'un tourteau !" Bahia Benmahmoud
Analyses[modifier]

Sur le site "Les mots sont importants", Dinaïg Stall reproche au film d'opposer la « fougue et la naïveté féminine » à la « pondération et au recul masculin » : « un homme mûr, forcément plus sage (on n’y prête même plus attention, tant ce type d’écart est systématique dans le cinéma français, mais tout de même : Jacques Gamblin a trente ans de plus que Sara Forestier !) et blanc (ce qui a beaucoup de sens au vu de l’islamophobie du film sur laquelle on reviendra) la ramène à plus de rationalité et de bon sens, la cadre affectivement et la fait revenir à la monogamie et à un usage raisonnable de son corps : l’aboutissement du raisonnable et du véritable épanouissement résidant évidemment, pour un corps féminin, dans la conjugalité et la maternité. ». Elle dénonce aussi la représentation des musulmans dans le film opposant artificiellement les bons immigrés athées qui boivent du vin aux musulmans forcément communautariste et "facho" 5.
Distinctions[modifier]

2008 : Grand Prix du meilleur scénariste pour Baya Kasmi et Michel Leclerc6,7
2010 : Prix du public au Festival du film romantique de Cabourg
2010 : Prix de la mise en scène et prix du public au Festival du film francophone d’Angoulême
2011 : César du meilleur scénario original à la 36e cérémonie des César
2011 : César de la meilleure actrice pour Sara Forestier à la 36e cérémonie des César
Liens externes[modifier]