La poesía, ese río innumerable: Juan Gelman
Diario La Gaceta de Tucumán
Carmen Perilli
La poesía de Juan Gelman está estrechamente unida al espesor de la experiencia que suelda mundo y lenguaje. Para él " la poesía es una manera de vivir" ya que "lo que cabe en mí debería caber en los demás". Su búsqueda poética une ética y literatura, su lealtad a la literatura no implica olvido del mundo, sino oficio de "mundar" de escribirlo. Desde sus primeras épocas del grupo Pan Duro y su primer libro Violín y otras cuestiones Gelman trabaja con el habla cotidiana y se inscribe en el linaje de César Vallejo y Nicanor Parra, entre otros, acercando prosa y poesía. Explora la canción popular – como en un tango a Buenos Aires:" escribo versos previamente llorados/ por la ciudad donde nací". – y la poesía amorosa y mística- "cita" a Santa Teresa: "porque sin vos/ ¿qué soy sino desastres?/ ¿adónde voy a parar desviado de vos?/ misericordia mía/sol mío/sol que soleas en medio del amor". El exilio incrementa la cercanía entre palabra y cuerpo: "No debiera arrancarse a la gente de su tierra o país, no a la fuerza. La gente queda dolorida, la tierra queda dolorida.". La lengua se torna insuficiente para significar la muerte, la desaparición, la tortura, la pérdida del compañero, del hijo:" ¿qué voy a hacer con mí / pedazo mío? /¿qué pedacitos puedo ya juntar?.... / ¿rostro es el tuyo? / ¿qué no vemos? / ¿cerca?/ ¿muriendo? / ¿desmuriendo? / ¿para siempre?" . Ese cuerpo imposible, nunca recobrado, presente en su ausencia: "cuerpo que me temblás entrado al alma/frío que me enfriás/ manito tuya /manando sombra/ sombra/ sombra/ sombra / ¿paro tu deshacerte en algún lado?".
Con dibaxu (debajo) entrega un libro de poemas de amor en castellano y ladino, en los que explora el tiempo, juega con el presente y el pasado de la lengua, de su lengua actual y la de infancia. Se cruzan las distintas lenguas en la historia ". "lo que me diste/ es palabra que tiembla/ en la mano del tiempo/ abierta para beber...". Gelman no renuncia a la tradición poética, la lee de modo único, recoge tanto a Quevedo como a Vallejo, abreva en Santa Teresa y en San Juan de la Cruz, com/pone al traducir de modo peculiar otros poetas. Erige, como señala Margo Glantz, una lírica " de cuerpo presente" en la que se destacan el erotismo y el dolor. Su palabra une la escritura del sobreviviente y las palabras desechos, restos, residuos, sonidos oscuros que hablan de la muerte: "Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos, /rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte".
Diario La Gaceta de Tucumán
Carmen Perilli
La poesía de Juan Gelman está estrechamente unida al espesor de la experiencia que suelda mundo y lenguaje. Para él " la poesía es una manera de vivir" ya que "lo que cabe en mí debería caber en los demás". Su búsqueda poética une ética y literatura, su lealtad a la literatura no implica olvido del mundo, sino oficio de "mundar" de escribirlo. Desde sus primeras épocas del grupo Pan Duro y su primer libro Violín y otras cuestiones Gelman trabaja con el habla cotidiana y se inscribe en el linaje de César Vallejo y Nicanor Parra, entre otros, acercando prosa y poesía. Explora la canción popular – como en un tango a Buenos Aires:" escribo versos previamente llorados/ por la ciudad donde nací". – y la poesía amorosa y mística- "cita" a Santa Teresa: "porque sin vos/ ¿qué soy sino desastres?/ ¿adónde voy a parar desviado de vos?/ misericordia mía/sol mío/sol que soleas en medio del amor". El exilio incrementa la cercanía entre palabra y cuerpo: "No debiera arrancarse a la gente de su tierra o país, no a la fuerza. La gente queda dolorida, la tierra queda dolorida.". La lengua se torna insuficiente para significar la muerte, la desaparición, la tortura, la pérdida del compañero, del hijo:" ¿qué voy a hacer con mí / pedazo mío? /¿qué pedacitos puedo ya juntar?.... / ¿rostro es el tuyo? / ¿qué no vemos? / ¿cerca?/ ¿muriendo? / ¿desmuriendo? / ¿para siempre?" . Ese cuerpo imposible, nunca recobrado, presente en su ausencia: "cuerpo que me temblás entrado al alma/frío que me enfriás/ manito tuya /manando sombra/ sombra/ sombra/ sombra / ¿paro tu deshacerte en algún lado?".
Con dibaxu (debajo) entrega un libro de poemas de amor en castellano y ladino, en los que explora el tiempo, juega con el presente y el pasado de la lengua, de su lengua actual y la de infancia. Se cruzan las distintas lenguas en la historia ". "lo que me diste/ es palabra que tiembla/ en la mano del tiempo/ abierta para beber...". Gelman no renuncia a la tradición poética, la lee de modo único, recoge tanto a Quevedo como a Vallejo, abreva en Santa Teresa y en San Juan de la Cruz, com/pone al traducir de modo peculiar otros poetas. Erige, como señala Margo Glantz, una lírica " de cuerpo presente" en la que se destacan el erotismo y el dolor. Su palabra une la escritura del sobreviviente y las palabras desechos, restos, residuos, sonidos oscuros que hablan de la muerte: "Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos, /rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte".
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