sábado, 29 de abril de 2017

Siboña Cñarom

La atrapante historia de Sibila, un antídoto contra el silencio familiar

Teresa Arredondo cuenta en su película “Sibila” el caso de su tía, que pasó 15 años presa en Perú por supuesta simpatía con Sendero Luminoso. Ahijada de Gabriela Mistral, esposa de José María Arguedas, su historia oculta motivó el deseo de Arredondo de acercarse a ella y encarar el filme, un retrato crudo e intimista.
La atrapante historia de Sibila, un antídoto contra el silencio familiar
HISTORIA OCULTA. Sybila estuvo presa 15 años en Perú, es ahijada de Gabriela Mistral y estuvo casada con José María Arguedas.
Sybila Arredondo de Arguedas es una de esas figuras sobre las que podrían escribirse varios libros. Su madrina era Gabriela Mistral, y tanto la poeta como Pablo Neruda visitaban frecuentemente a su madre, la escritora Matilde Ladrón de Guevara. No es raro entonces que Sybila tuviera dos hijos con Jorge Teillier y que luego fuera pareja del escritor José María Arguedas. Y si bien esos grandes nombres de la literatura podrían valer un documental, Teresa Arredondo escapa de lo biográfico y hunde el cuchillo donde más duele: en el silencio familiar.
La cineasta peruana/chilena decidió confrontar a sus seres más queridos, y así develar cómo afectó a su familia que Sybila fuera acusada de ser miembro de Sendero Luminoso. El filme muestra también algunas imágenes del juicio a su tía llevado a cabo en una base militar, conducido por jueces sin rostro y con voces distorsionadas. Estos jueces anónimos condenaron a Sybila a 15 años de prisión. Ese sistema ilegal de enjuiciamiento fue inventado por el ex presidente Alberto Fujimori con la excusa de combatir al terrorismo.
Así Sibila (2012) con i latina, porque su protagonista quiso que su nombre quedara escrito como las mitológicas profetisas griegas, constituye un retrato honesto e imperdible sobre cómo el terrorismo de Estado no sólo afectó a sus víctimas, sino que también destruyó sus lazos familiares. El documental, premiado en la última edición del BAFICI y en importantes festivales internacionales, se estrena este jueves en las salas Gaumont y Cosmos-UBA y el sábado en el Centro Cultural General San Martín.
Teresa Arredondo nació en Perú, creció en Chile, estudió cine en España y se radicó recientemente en Córdoba. Desde allí y vía Skype, le contó a la Revista Ñ digital cómo fue y cuáles fueron las consecuencias por cuestionar a toda su familia. “En 2003, cuando Sybila salió de la prisión, empecé a conocerla nuevamente y surgieron muchas preguntas. Pero en ese momento, no me atreví a planteárselas. La película tuvo grandes costos personales, pero seguí adelante porque me parecía importante romper el silencio familiar”.
-En los primeros minutos de Sibila, usted le pregunta a su madre y a su padre por qué nunca le contaron lo que había sucedió con su tía. ¿Cómo fue realizar esas escenas?
-Cuando empecé el proyecto, pensé que iba a tratarse sobre la familia de mi padre, pero Martín Sappia, el coguionista y editor, me alentó a hablar también con mi mamá. Esas escenas en principio eran materiales de investigación. Filmé a mis padres por separado y fue duro para mí enterarme de cómo habían vivido la cárcel de mi tía. Yo no sabía que entre ellos no habían hablado sobre qué actitud tomar, pero los dos decidieron finalmente guardar silencio sobre el tema porque creían que me estaban protegiendo.
-¿Ese silencio generó más interrogantes?
-Yo tenía 7 años cuando mi tía fue arrestada y durante el rodaje mi madre me dijo que si yo hubiera preguntado, ella me hubiera contado. Yo sabía qué opinaba mi madre sobre Sendero Luminoso, pero nunca supe qué pensaba ella de Sybila al haber caído presa por una supuesta relación con Sendero. Creo que la cámara fue un instrumento que me sirvió para preguntarles a mis padres. No sé si los hubiera confrontado a ellos y al resto de mi familia si no hubiera sido por la película. Sé que mis padres fueron muy generosos al exponerse y contestar en forma sincera.
-En el filme usted dice que creció entre dos familias muy diferentes y que eso le generó muchas contradicciones.
-Nací en Perú, donde viví hasta los 6 años. Más adelante nos fuimos a vivir a Chile, porque papá era chileno. Crecí entre dos familias con ideologías diferentes. La de mi madre es peruana y tiene ideas cercanas a la derecha, mi abuelo era fujimorista. Al mismo tiempo, mi papá y mi abuela chilenos eran de izquierda. Durante la dictadura de Pinochet, debieron exiliarse. Crecí entre mensajes contradictorios y en mi adolescencia asumí un punto de vista crítico sobre las opiniones políticas de la familia de mi madre. Pero todo lo que sabía sobre Sendero Luminoso venía de mi familia materna y no sabía dónde colocar la figura de Sybila, que estaba en prisión.
-En 1992, Fujimori decretó una ley para juzgar a los “terroristas” con juicios sumarísimos, llevados adelante en bases militares con jueces sin rostro. ¿Sybila fue una de las víctimas de ese tipo de procesos?
-Fujimori realizó un autogolpe y desarticuló los poderes legislativo y judicial. A partir de allí creó una ley para juzgar a las personas por apología del terrorismo, que condenó a muchas personas por tener una supuesta simpatía con Sendero Luminoso. El juicio que tuvo Sybila fue absolutamente ilegal, no sé sabe quiénes fueron los jueces, cuyas voces están distorsionadas. Cuando una persona llegaba a ese espacio ya estaba sentenciada, todo era un circo. Sybila cumplió 15 años de una condena ilegal y sin ninguna prueba real en su contra.
-Fujimori practicó el terrorismo de Estado en su lucha contra el terrorismo. ¿Cuál fue el saldo de tantos años de enfrentamiento armado?
-En 2001 fue creada la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, que redactó un informe donde se asegura que entre 1980 y 2000 hubo en Perú 70 mil muertos provocados por la violencia armada. El documento dice que la mitad de esas personas fueron asesinadas por Sendero Luminoso y la otra mitad por el terrorismo de Estado. Sólo se lograron identificar a 35 mil víctimas. La Comisión estuvo formada por personalidades representativas de diferentes estratos de la sociedad peruana, y sin embargo tanto la derecha como la extrema izquierda no están de acuerdo con el resultado de la investigación.
-En el documental aparece un tío suyo que fue parte de esa Comisión. ¿Cómo fue su experiencia?
-Mi tío se tuvo que exiliar porque cuando era alcalde de un pueblito de la sierra, por un partido de izquierda, Sendero Luminoso lo incluyó en una lista de personas a matar. Sendero quería eliminar todo sistema político existente. Avisado de que estaba en esa lista, mi tío se fue del pueblo. Cuando llegó a Lima lo secuestraron los militares y lo torturaron porque supuestamente él ayudaba a Sendero Luminoso. Finalmente lo soltaron y pudo exiliarse en Francia. A un amigo que trabajaba con él lo mató Sendero Luminoso. El me contó que fue durísimo tomar testimonio a las víctimas del terrorismo de Estado y a las de Sendero Luminoso.
-Carolina, la hija de Sybila, cuenta que las mujeres condenadas por haber pertenecido a Sendero Luminoso, sufrieron muchos maltratos por parte de los guardiacárceles. ¿Cómo eran las condiciones de detención?
-Las condiciones de detención que sufrieron fueron inhumanas durante muchísimos años. Seis personas compartían una celda pequeña, y sólo podían salir media hora al día al patio. No tenían acceso a la lectura, ni a ningún papel. Las mujeres también fueron torturadas por los guardiacárceles. Mi tía se convirtió en delegada de las presas y empezaron a pelear por mejores condiciones. Después de unos años le ofrecieron a Sybila una extradición para que pudiera terminar su condena en Chile, pero ella se quedó en la cárcel peruana porque no quería abandonar a sus compañeras.  De a poco fueron mejorando las condiciones de detención.
-En la película, a Carolina le cuesta recordar y cuenta que sólo guardó una carta que le envío su madre escrita en papel higiénico. ¿Cree que el olvido funciona como un mecanismo para borrar recuerdos muy dolorosos?
-Sí, fue un mecanismo para protegerse. Carolina se quedó en Perú para luchar por las condiciones de detención de su madre. Todas las semanas durante 15 años fue a llevarle comida, aunque en los primeros años no le permitían verla. Ella tenía su propia familia, pero nunca dejó de estar al lado de Sybila. La escena donde ella muestra la carta fue algo que surgió durante el rodaje, y en ese momento me di cuenta de que iba ser muy importante para la película.
-Usted cuenta que recibió diferentes presiones por parte de su familia por cómo iba a quedar retratada Sybila en su filme. ¿Cómo fue sorteando esas influencias?
-Durante el rodaje recibí cuestionamientos difíciles. Una parte de mi familia me pedía que la cuidara y otra que no la glorificará. Yo me planteé el documental como una búsqueda, tenía muchas preguntas y ninguna certeza. Sabía que si bien yo le tengo mucho cariño, no iba a dejar de preguntarle cosas complicadas.
-Sybila ocupa el centro del discurso, pero usted hace un retrato de toda su familia. ¿Cómo recibieron la película?
-La primera que la vio fue Sybila, yo estaba bastante nerviosa porque no sabía qué le iba a parecer. Cuando terminó la proyección me corrigió dos fechas que salían mal. Y le pregunté si le molestaban algunas de las opiniones que daban miembros de la familia y me dijo que no. También le pregunté si le molestaba que hubiera dejado una pelea que tenemos sobre el final. Me dijo que eso no era una pelea sino una discusión, y que el valor del documental estaba en poder poner sobre la mesa esa discusión. El resto de la familia quedó muy conforme con la construcción del relato, todos se sintieron bien representados a pesar de que a unos les ha gustado más que a otros. La película abrió un espacio de diálogo dentro de la familia sobre un tema que nunca hablaron entre ellos.
-¿Usted le preguntó a su tía si apoyaba todas las acciones llevadas adelante por Sendero Luminoso?
-Me costó mucho hacerle algunas preguntas a Sybila. En las primeras conversaciones que tuvimos ni siquiera me animé a nombrar a Sendero Luminoso. El hecho de hacer la película me llevó a construir una relación con ella, que luego me permitió poder cuestionar algunas de sus posturas. Creo que no preguntar cosas para proteger a una persona es una farsa. Yo desconocía su posición sobre Sendero Luminoso y pensaba que ella podía tener una mirada más crítica sobre algunas acciones de Sendero.
-En el documental usted se posiciona de una manera diferente a la de Sybila frente al accionar de Sendero Luminoso. ¿Por qué decidió ponerlo en la película?
-Nos llevó varios años volver a construir el vínculo, y para mí era importante decirle que no estaba de acuerdo, porque sentía que tenía que ser honesta en honor a nuestra relación. Se dio dentro de la película porque esa fue la primera razón por la que nos volvimos a vincular y si yo le estaba pidiendo que se exponga, me parecía justo exponerme yo.


Ficha Técnica

Sibila (2012). Duración 94 minutos. Chile, España, Argentina.

Con la participación de: Sybila Arredondo de Arguedas, Teresa Lugon, Marcial Arredondo, Matilde Ladrón de Guevara, Inti Briones, Carolina Teillier, Marco Briones, Julio Lugon Badaraco, Jaime Urrutia, Luis Fernando Romero, Tamia Portugal.

Dirección: Teresa Arredondo
Montaje: Martín Sappia
Guión: Teresa Arredondo y Martín Sappia
Cámara: Teresa Arredondo y César Boretti
Sonido Directo: María Elisa Cánobra
Música Original: Esteban Anavitarte
Producción General: Viviana Erpel
Producción Ejecutiva: Casimúsicos Cine

Se proyecta desde este jueves 1 en las salas Gaumont y Cosmos-UBA. Y a partir del sábado 3 en la sala del Centro Cultural General San Ma

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