miércoles, 10 de agosto de 2011

Ficha de la pelìcula



Un monasterio en las montañas del Magreb en los años noventa. Ocho monjes cistercienses viven en perfecta armonía con la población musulmana.Un grupo de fundamentalistas islámicos asesina a un equipo de trabajadores extranjeros y el pánico se apodera de la región. El ejército ofrece protección a los monjes, pero estos la rechazan. ¿Qué deben hacer? ¿Irse, quedarse? A pesar de la creciente amenaza, empiezan a darse cuenta de que no tienen elección y deben quedarse, pase lo que pase.
La película se basa a grandes rasgos en la vida de los monjes cistercienses del Tibhirine, en Argelia, desde el año 1993 hasta su secuestro en 1996.
PREÁMBULO
El secuestro y asesinato de los siete monjes franceses del Tibhirine en 1996 marcó el apogeo de la violencia y de las atrocidades que azotaban Argelia como resultado del enfrentamiento entre el gobierno y grupos extremistas decididos a derrocarlo.
La desaparición de los monjes, atrapados entre ambos bandos, afectó profundamente a unos gobiernos, a la comunidad religiosa y a la opinión pública internacional.
La identidad de los asesinos y las circunstancias exactas de su muerte siguen siendo un misterio.
El caso está en los tribunales franceses desde 2003. Algunos documentos recientemente desclasificados quizá ayuden a despejar el misterio en los meses venideros. DIOSES Y HOMBRES, de Xavier Beauvois, se basa a grandes rasgos en la tragedia de Tibhirine. Explora los últimos meses de la vida en una pequeña comunidad de monjes cristianos asentados en “tierra musulmana”. La película intenta capturar el espíritu de los acontecimientos y de la comunidad, pero no se esfuerza en recrear con exactitud los detalles de una realidad histórica.
La historia empieza varias semanas antes de que los guerrilleros den un ultimátum ordenando a todos los extranjeros que salgan del país. Un grupo armado entra a la fuerza en el monasterio en Nochebuena.
A partir de ese momento, el dilema de los monjes es claro: ¿Deben quedarse o irse? Pero la decisión se tomará colectivamente. Para ellos, la elección, sea cual sea, tendrá consecuencias irreversibles. Cuando rechazan la protección del ejército, el gobierno argelino les pide que regresen a Francia.
Cada monje deberá decidir de acuerdo con lo que está en juego a nivel humano, político y religioso, además de profundizar en su alma y conciencia. La tensión dramática acompaña la vida diaria, tanto práctica como mística, de la comunidad: sus fuertes ataduras con los habitantes del pueblo vecino, así como el espíritu de paz y caridad que intentan oponer a la violencia que corroe el país.
DE DIOSES Y HOMBRES describe la realidad de la entrega de los monjes, el mensaje de paz que desean compartir al quedarse con sus hermanos musulmanes, y la posibilidad de un terreno fraternal y espiritual compartido entre la cristiandad y el islam.
Los monjes llamaban al ejército “los hermanos de la llanura” y a los guerrilleros, “los hermanos de la montaña”. No tenían nada de ingenuos, eran conscientes de que pisaban una delgada línea entre dos bandos y que su posición era muy ambigua.
La película de Xavier Beauvois adopta el punto de vista de los monjes y el ritmo de la vida en un monasterio cisterciense.
LA VIDA MONÁSTICA
Los monjes cistercienses-trapenses basan su vida monástica en la Biblia, la Regla de San Benito (escrita en el siglo VII) y los escritos de los padres del monacato.
Sus rezos siguen la antigua tradición monacal. La “liturgia de las horas” es una oración comunitaria basada mayormente en los Salmos y celebrada en la capilla siete veces al día. Los cantos son una parte esencial de los rezos y del ritmo de la vida cisterciense.
Los monjes cistercienses optan por el silencio durante la mayor parte del día, pero su vida también se rige por las enseñanzas del superior o abad, y por los intercambios entre monjes durante los Capítulos. Todas las decisiones importantes se toman durante el Capítulo. Todo se decide mediante votación precedida por una conversación privada en el despacho del abad.
Los cistercienses-trapenses no tienen una misión apostólica de evangelización y no practican el proselitismo.
La Regla de San Benito exige que los monjes alberguen al prójimo y compartan con él, “sobre todo con los pobres y los extranjeros”, y los que sufren. Fomenta el trabajo manual y las relaciones con los vecinos durante periodos de inseguridad y restricciones.
http://golem.es/dediosesyhombres/prensa.php

Una película maravillosa cuyo tema es lo humano, con un tiempo lento y gozoso y actuaciones espectaculares.

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